"Si Chamot juega así acaba en Alcalá-Meco"
Cuando José Chamot subía al área del Sevilla, empujaba a Marchena para distraerle. Cuando bajaba, se ocupaba en sacar de quicio a Juan Carlos. Chamot saltó al campo más irritado que de costumbre, y en el segundo acabó expulsado. Quizá, cuando el técnico Claudio Ranieri dijo tras el partido que la crisis del Atlético "afecta a algunos jugadores", entre ellos, el más perjudicado sea Chamot. Sobre él una oferta del Milan, que lo tienta a terminar su carrera en una de las cúspides del fútbol. Para él, un argentino que vivió diez años en el fútbol italiano, la propuesta es tentadora. Tan tentadora como tormentoso el muro que levanta el administrador judicial del Atlético, Luis Manuel Rubí, que le ha puesto el cartel de "no se vende".Juan Carlos se benefició de la dispersión de su oponente, hasta que perdió la calma. Le dio un cabezazo a Chamot, y el árbitro los expulsó a los dos: "La culpa ha sido mía; yo no tenía que perder la serenidad. Pero me ha provocado. Chamot se ha pasado todo el partido más pendiente de provocar al rival que de la pelota. Si jugando así quiere ir al Milan, más que a este equipo va a ir al Alcalá Meco".
Ranieri atribuyó la derrota a los errores puntuales de la defensa del Atlético durante todo el campeonato: "Estos errores aislados son los que nos hacen perder partidos". Para colmo, el técnico señala que la actual intervención judicial del club "no ayuda" a concentrarse. Ayer, los jugadores no tuvieron demasiado que decir. Valerón habló de un vestuario "callado y cabizbajo". Lardín recomendó "olvidarse de lo que está pasando en el club" para salir a flote.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.