J. ROMERO MARCHENT DIRECTOR DE CINE "Hacer consideraciones de uno mismo conduce a pecado"

Rodó en Almería la primera película española del Oeste, justo un año antes de que lo hiciera Sergio Leone en 1964 y pusiera de moda los denominados spaghetti-western con su famosa cinta Por un puñado de dólares. Joaquín Romero Marchent (Madrid, 1921) tiene el reconocimiento eterno de la provincia almeriense, a la que descubrió "sin saberlo" como inmenso plató natural de rodajes desde que filmara en 1963 El sabor de la venganza. Al homenaje que hace un año le brindó el Festival de Cortometrajes de Almería, concediéndole el premio que lleva su nombre, se une en la edición de 1999 la biografía que el crítico Carlos Aguilar le tributa en el libro Joaquín Romero Marchent. La firmeza del profesional. No guarda recelos sobre los que nunca valoraron su cine. Los disculpa con una frase conciliadora: "ante los hechos, por qué opinar".Pregunta. ¿Usted no se siente maltratado por la historia del cine en este país?

Respuesta. Los perjuicios hay que clasificarlos por apartados. Están los morales, los intelectuales y los económicos. Económicamente no me ha perjudicado nada.

P. ¿Y qué me dice de quienes ven el género de acción que usted cultivó como algo inferior?

R. Creo que la gente se manifiesta de manera oportuna y cree ser justa en sus opiniones. No importa que estas creencias los separen de mi cine. Pero me he sentido supervalorado. Mi cine en Italia arrasó y por eso Grimaldi contó conmigo.

P. O sea, que ignora todo ataque sobre niveles de intelectualidad...

R. La intelectualidad no depende de la camisa del personaje o del sombrero, depende de los actos. Escribir un guión ocupa 125 folios, sea el de la historia de una marquesa o de un vaquero.

P. A usted se le atribuye la hazaña de haber creado una infraestructura mínima para rodajes del Oeste...

R. Sin pretenderlo, sin enterarme y sin saber por qué me he visto mezclado en una especie de combate imaginario. ¿Quién fue el primero? ¿Quién hizo la primera camisa, el primer revólver, la primera diligencia...? Lo cierto es que construí el poblado de Hoyo de Manzanares. Me hice con pistolas, especialistas, el vestuario, las sillas de montar, etcétera. Pero hay cosas cuya evidencia no merece ser matizada.

P. ¿Cuál sería su autoevaluación como director?

R. Hacer consideraciones de uno mismo conduce a pecado, de modestia o de vanidad.

P. ¿Qué siente al ser reconocido en Almería?

R. El solo hecho de ser recordado conmueve. Si además se es recordado desde una óptica tan halagadora, además de envanecer, orgullece.