El viento barre el fútbol de El Sardinero

El viento sur que azotaba ayer a Santander barrió por completo todo atisbo de buen fútbol por parte de Racing y Betis. El viento sopló tan fuerte que se llevó hasta el ímpetu goleador de Salva. El pichichi de la Liga dio por primera vez la espalda a la puerta. El marcaje a que fue sometido por Karhan y Filipescu y su divorcio con los compañeros de ataque vaciaron de contenido goleador al hombre que es capaz de marcar cuatro goles en 20 minutos.El Betis, ya se sabía que no era una lumbrera fuera de casa, empató gracias a un gol psicológico marcado en el tiempo añadido de la primera parte merced a un tremendo fallo defensivo del Racing. Ese gol pesó como una losa en el Racing de la segunda parte, y elevó la moral del cuadro de Grigol.

El Racing no fue capaz de deshacer la igualada. Sólo Vivar Dorado, el referente de todo el juego de ataque del Racing, se mostró como un jugador inspirado en la elaboración del juego y en su resolución final. Marcó un gol extraordinario, cuya belleza de ejecución quedó empañada por la escasa legitimidad del pase de Salva, precedido de una mano. En cualquier caso, Vivar Dorado jugó en gran figura, asumió el papel de líder que sigue sobrepasando tanto a Ismael como a Espina, y tiró del equipo hasta el minuto final.