El Numancia sacó su talante ofensivo y anuló al Sevilla

Hay ocasiones -sobre todo en los partidos presumiblemente equilibrados- en que obtiene la victoria quien más la busca, quien más lucha para conseguirla, quien más confía en ella. Y en Los Pajaritos quien más la buscó, desde el principio y a lo largo de todo el partido, fue el Numancia. Un Numancia que, a diferencia de otros encuentros, salió con vocación netamente ofensiva. Vocación que se traducía en la práctica en balones largos lanzados desde la defensa -Iván Rocha y Muñiz sobre todo- a la esperade las carreras constantes de Ojeda y de Rubén Navarro. Era, posiblemente, un juego tan primario como voluntarioso. Claro es que para contrarrestarlo se precisa, por el equipo contrario, o bien del mismo carácter o bien del control y del dominio del balón. El Sevilla, en Los Pajaritos, tuvo poco de lo primero y nada de lo segundo. Ni Ángel, ni Francisco, ni Tsartas consiguieron controlar el centro del campo. Y así el partido devino en un querer permanente del Numancia y en un esperar del Sevilla. Y entre querencia y espera el partido se decantó en la segunda ocasión clara de gol. Hasta entonces el Sevilla ni había lanzado a puerta ni, prácticamente, llegado al área. Después, en lo que quedaba de primera parte, tampoco.Tras el descanso, y con el marcador en contra, Marcos Alonso pretendió reforzar su ataque con los tres cambios. Mera pretensión teórica. En la práctica -y más todavía tras la expulsión de Jesuli- el balón apenas si llegó al área numantina. De hecho, Núñez vivió el partido más cómodo -y lo fue mucho- desde que viste la camisola del Numancia. Por su parte, el equipo soriano, aún actuando más replegado, llegaba más y mejor al área sevillista merced al mismo juego de la primera parte: balones largos y carreras permanentes de un Ojeda stajovista en su trabajo, y de Morales. El segundo gol numantino, a falta de 10 minutos, hacía no sólo que el público pudiera vivir menos angustiosamente un final que se presumía incierto, más por el resultado que por las acciones del Sevilla, sino también que el Numancia consiguiera en Los Pajaritos la primera victoria por más de un gol. Desde luego la buscó más que el Sevilla. Y ello, y no es poco, fue suficiente para obtenerla y para merecerla.