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Entrevista:

"Para el exterior, la única sangre santa es la de los israelíes"

Su actividad incansable en defensa de los presos palestinos en Israel le ha llevado cinco veces a la cárcel. Tal vez por eso, Rayi Sourani se ahorra eufemismos y ambigüedad a la hora de opinar sobre la actitud del gobierno israelí y de la comunidad internacional respecto a la ocupación de la franja de Gaza. Él nació allí; allí fundó el Centro Palestino de Derechos Humanos, la ONG con la que ahora recorre Europa tratando de relatar la situación que padecen sus vecinos, sus familiares, él mismo.Pregunta. En el conflicto de la franja de Gaza parece haber una enorme contradicción entre los gobernantes, que hablan de paz, y la población palestina e israelí, que se enfrenta continuamente.

Respuesta. Es que realmente la población no está en paz, porque los israelíes no respetan los acuerdos. La situación económica de los palestinos es cada vez más precaria, el aislamiento afecta a miles de familias y es un hecho comprobado que Israel no respeta los derechos humanos. Hay desconfianza en el proceso de paz, en el futuro, y la situación es cada vez más tensa. Acabará estallando si nadie interviene.

P. Usted ha creado una asociación para defender a los presos palestinos que aún permanecen en cárceles israelíes. ¿Cuál es su situación?

R. Es terrible por muchas razones. Primero, porque es inaceptable que cinco años después de que se firmara la paz aún haya 3.500 presos políticos palestinos en estas cárceles, y después, por la terrible situación en que se encuentran. Están aislados del exterior, incomunicados entre ellos. Padecen la tortura porque Israel cuenta con el dudoso honor de ser el único Estado democrático donde la tortura es legal. Y esto no conmueve a nadie. Para el exterior, si hay alguna sangre santa es la de los israelíes, nunca la de los palestinos.

P. Usted mismo ha estado encarcelado cinco veces.

R. Y detenido muchas más; es parte de mi trabajo. Pero he tenido ocasión de ver la realidad de las cárceles, como también vivo la tortura cruel de las familias divididas por una frontera injusta. Por ejemplo, mis dos hermanos, que están casados, han pasado los últimos ocho meses sin ver a sus esposas porque viven al otro lado. Hablan por teléfono y lloran. ¿Cuánto tiempo más hay que soportar esto?

P. ¿Considera que la comunidad internacional está haciendo suficientes esfuerzos para resolver este conflicto?

R. Considero que su actitud es vergonzosa. Nosotros no dejamos de pedir intervención internacional. En septiembre la ONU propuso una conferencia para tomar medidas contra los icumplimientos de Israel. EE UU la vetó. La conferencia duró 10 minutos. Que ocurra esto en el 50 aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos es una vergüenza.

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