Caída y lesión de Crivillé en Australia

El camino de Àlex Crivillé hacia el título mundial de 500 empieza a convertirse en senda tortuosa. Aún tocará sufrir. Ayer el piloto catalán sufrió una fuerte caída durante los primeros entrenamientos para el Gran Premio de Australia, que se disputará esta próxima madrugada (TVE, 4.15), y se fracturó un pequeño hueso de la muñeca izquierda (hueso pisciforme). Seguramente podrá correr infiltrado, aunque la lesión le resultó muy dolorosa al principio. Hasta hace poco parecía que la coronación era sólo una cuestión de tiempo. ¿Dónde y cuándo? Y sigue siendo así, a pesar de que Crivillé parece haber perdido la contundente seguridad que le llevó a adquirir una ventaja casi definitiva al frente del campeonato del mundo.El noi de Seva necesita sumar sólo 55 puntos más en las cuatro pruebas que faltan para asegurarse el título. Incluso tendría bastante con 50 puntos, si correspondiesen a dos victorias (a 25 puntos cada una) porque en ese caso su principal rival, el estadounidense Kenny Roberts, no podría superarle. Parece una tarea relativamente fácil, aunque puede torcerse en cualquier momento, como se vio ayer en Phillip Island.

Transcurrían los últimos minutos del ensayo clasificatorio del viernes cuando Àlex perdió el control de su Honda en la curva rápida que hay al final de la recta principal del circuito australiano, frente al océano. Fue una caída espectacular, pero el actual líder del Mundial se levantó por su propio pie, aunque cojeando. Sin embargo, enseguida se quejó del dolor de la mano izquierda. Fue trasladado a la clínica del circuito donde, después de someterle a radiografías, le diagnosticaron una pequeña fractura.

"Me duele bastante", dijo Crivillé con un gesto muy expresivo. "Ha sido una caída fuerte, pero espero que no me impida tomar parte en la carrera". El incidente le dejó en la novena posición de la clasificación de los ensayos y con la duda de su presencia en la tanda de hoy. En realidad, aunque fuera de la pista no estaba tan tenso como en el gran premio anterior en Valencia, Àlex no se encontró cómodo sobre la moto en todo el día.

La caída, por cierto, coincidió con la visita de Mick Doohan al circuito. El piloto australiano, que sigue sin recuperarse de las lesiones que se produjo en Jerez en el mes de mayo, volvió a provocar un efecto negativo sobre Crivillé. Doohan también estuvo como visitante en el Gran Premio de Holanda, en junio, y el piloto español también se cayó.

En esta ocasión, además, otro factor pudo colaborar en presionar al líder del Mundial: Roberts (Suzuki) dominó la jornada y marcó tiempos muy superiores a los demás pilotos. Fue un segundo más rápido que su inmediato perseguidor, el japonés Tetsuya Harada (Aprilia). Quizá su exhibición obligó a Crivillé y provocó la tercera caída prácticamente consecutiva del piloto español -también se cayó en la carrera y en los entrenamientos en Valencia.

El mejor resultado del día para la representación española en la categoría reina correspondió a Juan Borja (Honda), mientras que Carlos Checa (Yamaha) fue 12º, Sete Gibernau (Honda), que también se cayó por la mañana, se clasificó 14º, José Luis Cardoso (Honda), 19º y David de Gea (Modenas), 20º.

En 125, el líder del campeonato, Emilio Alzamora (Honda), no destacó y sólo pudo lograr el décimo mejor tiempo. No obstante, su enemigo en el Mundial, el japonés Masao Azuma (Honda), que está a 23 puntos del leridano, lo hizo bastante peor, y se clasificó 16º. El mejor tiempo fue para el italiano Marco Melandri (Honda), tercero en discordia.

En 250, el más rápido fue el francés Olivier Jacque (Yamaha), mientras que el líder del Mundial, el italiano Valentino Rossi (Aprilia) fue séptimo. Lucas Oliver (Yamaha) cayó y se rompió la tibia.