Los sectores de Toxo y Benito se oponen a que Gutiérrez imponga a su sucesor

La apuesta de Antonio Gutiérrez para que José María Fidalgo, actual secretario de política institucional, sea su sucesor en la secretaría general de CCOO se ha encontrado con la oposición de los partidarios de Ignacio Fernández Toxo, líder del metal y otro de los candidatos a sucederle. Este sector del sindicato sostiene que Toxo es el que tiene más apoyos, y hará valer su fuerza en la decisiva reunión que hoy mantendrán los dirigentes de la mayoría.El tercer nombre en discordia, Rodolfo Benito, secretario general de Madrid, también da por seguro un sólido grupo de respaldos, y su recuento indica que los suyos y los de Toxo son más numerosos que los de Fidalgo.

El consenso que intenta Gutiérrez en torno al secretario de política institucional se puede encontrar hoy con serios problemas. La intención de Toxo parece tajante: "No me voy a retirar. Ha habido un proceso de selección de candidatos, en el que los dirigentes han manifestado su opinión y, salvo que me retiren su apoyo, no me voy a apartar de la contienda". Él reclamará que en el debate se demuestre quién es el candidato con más reconocimiento. Los cálculos del entorno del dirigente del metal indican que le respalda mayoritariamente su propia federación, más transporte, administración pública, química, banca, enseñanza, hostelería, Cataluña, Cantabria y Murcia, más una parte de Andalucía, Euskadi, Castilla-León y Aragón, hasta una cifra en torno al 72% del sector mayoritario del sindicato. La responsable de banca, María Jesús Paredes, piensa defender hoy que "el sistema de cualquier organización democrática es contar los apoyos y el que tiene más es el que debe integrar y promover el consenso". Cualquier intento de imposición será rechazado firmemente, al menos por su parte, y Paredes recuerda que supondría "vulnerar el procedimiento de que nos dotamos desde el principio, que era promover al candidato que cuente con más pronunciamientos favorables".

Los respaldos de Rodolfo Benito provienen mayoritariamente de las organizaciones territoriales, con Madrid a la cabeza, además de construcción y actividades diversas, que cifran en un 41% de la organización. Este grupo de dirigentes parece más proclive a pactar con Fidalgo, que cuenta inicialmente con Valencia, Castilla-La Mancha, sanidad y una parte de alimentación. Gutiérrez sostiene que los apoyos están repartidos entre los tres candidatos, de ahí su propuesta de intentar cerrar un consenso para que la mayoría vaya unida a su congreso de abril del 2000.