La Vuelta llega a territorio del Chava

La Vuelta llega hoy al territorio del Chava Jiménez y ya es sabido lo que eso significa, que el hombre se inspira y, como dicen en el equipo, "es capaz de entrar en éxtasis". El territorio del Chava es Ávila camino de Abantos, la última etapa que acabará en puerto. Desde los Pirineos hasta ese momento, la carrera ha sido una larga y sinuosa transición que ha llevado a los corredores desde Tarragona hasta Guadalajara pasando por Valencia, Teruel y Cuenca: muchos kilómetros, quizás demasiados, y pocas ganas de armar jaleo a la vista de la cita de hoy, en territorio del Chava, un corredor inclasificable que tiene algún tipo de alianza con el destino, un tipo que permite algún margen para la imaginación. Pendientes del Chava (de que esté inspirado o no tenga su día) queda la Vuelta. Por lo demás, se ultiman los preparativos para la victoria de Ullrich: la conferencia de prensa del sábado, las conexiones en directo con varios canales alemanes de televisión... Todo está preparado, salvo que el Chava disponga lo contrario. Entretanto, ayer se disputó una etapa demasiado larga y de trayecto tan accidentado que dejó alguna secuela por el camino. Las bondades del paisaje no ocultaban la dificultad de una carretera estrecha y accidentada que puso al pelotón en problemas durante algún tiempo. El grupo principal llegó a adelgazar tanto que se quedó en no más de 30 unidades, sin mediar puertos de consideración. Tuvo problemas Rubiera (Kelme) y los tuvieron más serios Casero y Victor Hugo Peña, ambos del Vitalicio. Los dos debieron retirarse por distintas lesiones, que les impedían superar ese terreno. A partir de ese momento, el Banesto se quedaba como el único equipo que sobrevive al completo en esta Vuelta. La tensión en el pelotón produjo una escapada de 11 corredores que permitió a todos firmar una tregua. Los 11 se jugarían la victoria; de los 11, cuatro eran italianos. ¿Quién ganó? Uno de ellos, Christian Moreni por más señas, un corredor con mucho menos pedigrí que Tafi o Rebellin por citar algunos de sus colegas de escapada. Moreni se escapó a tiempo y Txente García Acosta volvió a cruzar la meta dando golpes al manillar de pura frustración. Txente lleva un par de años rozando victorias. Debería nacionalizarse italiano. Firmada la tregua, solventado el expediente, a la Vuelta sólo le queda esperar a la jornada de hoy para definir posiciones. Los 3.000 kilómetros transcurridos han hecho ya mella en las piernas de los corredores, el liderato de Ullrich causa respeto en el pelotón, nadie duda de que Banesto es el mejor equipo. Hay cuestiones que no parecen discutirse ya a estas alturas de carrera. Pero la Vuelta llega hoy al territorio del Chava y todo el mundo sabe lo que eso significa: que el hombre querrá ser protagonista por encima de todo, que el trayecto será un grito unánime a su favor, que no se estará quieto ya le aten al sillín. ¿Puede el Chava poner patas arriba la Vuelta?El corredor no quiere entrar al trapo y aparece ante los periodistas con la lección aprendida. Muy modosito y prudente, dice por activa y por pasiva que hará lo que le ordene Eusebio. Eusebio Unzue, su director, se entiende. Ya le pidan en la Morcuera que lo deje todo y ataque, ya lo hagan en Cotos, ya coloquen cientos de pancartas o coreen su apodo al unísono, Chava dice que lo que diga Eusebio. Habrá que verlo para creerlo. Sobre el papel, la etapa no ofrece el mismo terreno que una buena jornada pirenaica: serán 166,3 kilómetros entre Guadalajara y el alto de Abantos, será el paso de la Morcuera (de 1ª categoría, pendiente media del 6,3%), Cotos (de 2ª) y Alto de Abantos (1ª, pendiente media del 5,6%). No son puertos duros, hay que decirlo, y necesitan de mucha batalla para que hagan daño.

Pendientes del Chava quedan todos y ése es su compromiso con esta Vuelta y con su público. Es un hombre de palabra: lo intenta a su manera. Por cumplir, habrá que recordar que ya cumplió en el Angliru. La actividad del Chava sacará a escena a Roberto Heras, amigo y rival al mismo tiempo. Ambos se verán las caras hoy, eso es seguro. Lo que queda por descubrir es si habrá un ataque al liderato o todo quedará en un duelo para el consumo interno: Chava y Heras tienen hoy el terreno despejado. Uno no tiene a Zülle (o a Olano, como el año pasado); el otro está sin Escartín. El duelo pondrá a prueba a Igor González de Galdeano, a Tonkov también. Así será si el líder pone sus condiciones: en ese caso, sólo habrá pelea por hacer algunos pequeños retoques a la general. Salvo, claro está, que el Chava disponga lo contrario.