Orfebrería con historia
La joyería ha sido siempre un importante polo de atracción para artistas inicialmente desvinculados de esta rama de las artes decorativas. Muchos pintores, escultores y creadores de ámbitos diversos se han adentrado en algún momento en este terreno y han dejado su huella en forma de cotizadas piezas. Algunas de ellas pueden verse, hasta el 13 de septiembre, reunidas en la exposición Un siglo de joyas en Cataluña. Instalada en el palacio número 8 de la Fira de Barcelona, la exhibición agrupa todas las tendencias de la joyería catalana entre el último tercio del pasado siglo y 1975, plasmadas en más de un centenar de piezas procedentes en su mayoría de colecciones particulares. El principal interés de esta exposición, según explica su responsable, Pilar Vélez -historiadora de arte y directora del Museo Marès de Barcelona-, radica básicamente en dos factores. En primer lugar, pese a que no se trata de una muestra exhaustiva, se ha montado tratando de reflejar en ella las manifestaciones más importantes de la joyería catalana del último siglo, fruto del trabajo de prestigiosos creadores del gremio, como Masriera, Bagués, Ramón Sunyer, Aureli Bisbe y Jaume Mercadé. "En los últimos años se han montado muchas exposiciones sobre este tema, pero nunca antes se había preparado una tan heterogénea y completa", subraya. El segundo polo de interés radica en la posibilidad de ver piezas creadas por artistas como Dalí, Subirachs, Manolo Hugué y Eduard Alcoy. La exposición se ha organizado según criterios cronológicos. En un primer bloque se muestran las piezas comprendidas entre el último tercio del XIX y la guerra civil española, con una evolución desde el modernismo de los Masriera el gusto noucentista materializado por creadores como Pere Martí Vilanova y, finalmente, las joyas de vanguardia creadas por Manuel Capdevila. Tras la gran ruptura provocada por la guerra, la joyería resurge con gran fuerza en la década de los cincuenta. En este periodo, marcado por el gusto por las piedras preciosas y las joyas muy recargadas -las llamadas joyas de noches del Liceo- arranca el segundo gran bloque de la exposición, que se entretiene también en la introducción de nuevos materiales en la joyería catalana bajo la influencia del diseño industrial, la creación de piezas en serie que corre paralela con la instauración del concepto de joya como obra única, y la permanencia de la alta joyería. Un siglo de joyas en Cataluña forma parte de las actividades del salón Barnajoya. La exposición coincide con una muestra de las tendencias de futuro del diseño de joyas, con una serie de piezas seleccionadas por un jurado de expertos y que agrupa el trabajo de creadores consolidados y autores jóvenes. Son las actividades más innovadoras de Barnajoya, cuyo eje central gira en torno a las piezas de joyería más tradicional que exhiben cerca de 600 expositores nacionales e internacionales.
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