Adolfo León se despide del Ballet Clásico de Madrid

Después de casi dos décadas al frente del Ballet Clásico de Madrid, su director, el cántabro Adolfo León, se despide de los escenarios dispuesto a que "jóvenes ideas" tomen las riendas de su compañía y logren liberar a la danza española de "viejos prejuicios". Para su despedida del Ballet, aunque no de la danza, porque mantendrá sus clases en la Escuela Superior de Madrid, ha elegido su obra predilecta, Romeo y Julieta, pieza en la que se funden dos de sus mitos, Prokófiev y Shakespeare, y que se estrena hoy en el Centro Cultural Conde Duque.En 1980, Adolfo León, alumno predilecto de los maestros daneses Ornberg, regresó a España procedente de la Ópera de Múnich para hacerse cargo de la compañía de ballet clásico más antigua de España, la de Madrid. Y en ésas ha estado durante veinte años. Y aunque se confesó muy ilusionado con el estreno, León dijo sentirse ya muy cansado, "hastiado por la lucha" y convencido de que se necesita "sangre nueva" para emprender el nuevo milenio. "El futuro sólo se puede construir desde la juventud, con ideas frescas y propuestas originales nadie tiene por qué irse a otro país para triunfar", declaró León.

El bailarín y coreógrafo lamentó que en el "mundo español de la danza pocas cosas funcionan bien: todo aquel que quiere ser algo se tiene que marchar, las principales estrellas del ballet en este momento son españolas", y opinó que lo único a lo que debe temerse es a no conseguir la meta de todo artista: la belleza.

Leon dijo que se iba "con la cabeza muy alta" y "gran satisfacción", porque durante los años que ha estado al frente de la compañía madrileña ha gozado de gran prestigio internacional, ha sido requerido por los mejores escenarios del mundo y "nunca" ha recibido una subvención: "Todo se ha hecho gracias a la taquilla; el público, al que dicen que hay que educar, ha sido quien nos ha mantenido a flote".

Romeo y Julieta. 22.00. Patio del Conde Duque. Conde Duque, 9 y 11, metro Tribunal. 2.000 y 2.500 pesetas.