La UD Las Palmas fue más práctico

Si el Sporting y Las Palmas son dos de los equipos de referencia en la categoría, menuda temporada que nos espera. Es difícil, incluso en categorías inferiores, ver menos fútbol que ayer en El Molinón. Y, encima, el único que lo intentó se llevó el castigo de una derrota. Sergio Kresic, el arquitecto de este Las Palmas en los antípodas del tradicional fútbol canario, renegó del balón y se encontró con dos goles en un partido vacío, sin juego y sin lógica. Parece que, después de tres intentos fallidos, en Las Palmas han optado por atacar la cumbre del fútbol español por un atajo. En Canarias se han olvidado del toque, la pausa y el buen gusto para buscar la victoria por la vía rápida, la del patadón, la especulación y el máximo aprovechamiento de sus ocasiones. Kresic lo tiene claro: lo importante es defender su portería con gente de centímetros, bastantes años y un montón de kilos. Pero no lo hacen sólo los cuatro de rigor, sino que el técnico pone por delante a un central reconvertido, Ramón, y a otro centrocampista de acompañamiento, de pelea, Josico.El Sporting, pese a que ya tiene un bloque más rodado y, además, a Lediakhov, tampoco salió abiertamente a por el partido. Tuvo que ser el árbitro, en dos acciones que suelen pasar desapercibidas, el que rompiese el sopor: en una falta de saque de Cicovic y después en un penalti de Mesas, por un agarrón como otros mil que no se castigan. Restablecido el equilibrio inicial, el partido se deslizó a un empate que castigaba la falta de ambición de todos hasta que un nuevo error de Mesas permitió a Kresic alcanzar la cuadratura del círculo: dos disparos entre los tres palos, dos goles. Tres puntos, Las Palmas en lo alto y el fútbol, por los suelos.