Ranieri enciende la traca y se va
Claudio Ranieri, de 47 años, sale de Valencia dejando la ciudad encendida. Él puso en marcha la traca, saltaron al aire los fuegos artificiales, y ahora desaparecerá mientras la afición mira al cielo deslumbrada. En la próxima campaña entrenará al Atlético de Madrid. Rádomir Ántic le deja el sitio. Jesús Gil destituyó el sábado al técnico serbio sin contemplaciones al término de la final de la Copa del Rey, que el Valencia recogió tras ganar 3-0 al Atlético. Ántic esperaba cumplir su contrato hasta el final (un año más), después de haber colocado al equipo en una competición europea tras salvarlo de los puestos de peligro en la clasificación. Pero no tendrá la honra deportiva (sino sólo la económica). Gil le cortó de un tajo las ilusiones de formar un equipo competitivo para el próximo 22 de agosto en que comienza una nueva Liga; y eso le costará unos 300 millones al Atlético, según se calcula en principio: 150 millones por la ficha de un año, y otros 150 millones por las primas que podría haber obtenido. Pero habrá litigio por este segundo capítulo.
El romano Claudio Ranieri cambia el Valencia por el Atlético, la Copa de Europa por la Copa de la UEFA, la estabilidad de un tercer año en el mismo equipo por el vértigo de un club que devora entrenadores, una afición que le adora por otra enamorada todavía de Rádomir Ántic.
El técnico italiano había entrenado durante cuatro años a la Associazione Fiorentina antes de cruzar el mar Mediterráneo hacia Valencia. Y camino llevaba de permanecer mucho tiempo más en la ciudad española. Pero una buena oferta del Atlético se le cruzó por delante. Se había estrenado en Primera División en Italia con el Cagliari en 1990, y estuvo después dos años en el Nápoles antes de ampliar en Florencia su récord de estabilidad. El Atlético será su quinto club.
Mientras él hace las maletas y busca casa en Madrid, Valencia celebra su primera Copa del Rey en veinte años. Miles de personas se concentraron anoche en la plaza del Ayuntamiento para aclamar a los jugadores y a su entrenador. Uno de los futbolistas, Gaizka Mendieta, tal vez tuvo su mente durante algunos momentos en las conversaciones que han abierto su representante, Alberto Toldrá, y el Real Madrid. El club blanco ya había sondeado las posibilidades de fichaje hace dos meses, pero el Valencia puso una cifra sobre la servilleta: 2.000 millones. Y lo están pensando.
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