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Entrevista:SANTIAGO FISAS CANDIDATO DEL PP A LA ALCALDÍA DE BARCELONA

"Mantenemos el mensaje vidalquadrista aunque de forma moderada, como debe ser"

Una carambola -el último cambio de gobierno de José María Aznar- llevó a Santiago Fisas (Barcelona, 1948) a encabezar la candidatura del PP en Barcelona, con el difícil reto de sustituir a Enrique Lacalle. Fisas ha hecho un curso acelerado sobre la ciudad y ahora quiere contribuir a borrar el estigma que pesa sobre el PP llevándolo al gobierno de Barcelona. Pregunta. ¿Ha descartado realmente el pacto con Joaquim Molins o considera que la negativa de CiU se inscribe puramente en el contexto de la campaña? Respuesta. He dicho siempre que Barcelona debe tener un gobierno lo más estable posible. Me mantengo en lo que he dicho y ahora deberemos esperar a ver los resultados. Si CiU ha descartado pactar con el PP es problema suyo. Pero esto implica, por lo que reflejan las encuestas, que Molins ha renunciado a ser alcalde. P. Si Molins cambia de opinión, como hizo en las generales de 1996, ¿cuáles serán sus condiciones mínimas? R. Partimos de una condición irrenunciable: que desde el Ayuntamiento se haga sólo política municipal y no se utilice como plataforma para otras cosas. Pero mis condiciones lo son para cualquier partido, no sólo para Molins. Lo que está claro es que no habrá mayoría absoluta y el PP va hacia arriba. Al final, y teniendo en cuenta el voto oculto, ya si queda por delante la lista del señor Molins o la mía. P. ¿Considera que el PP todavía tiene un voto oculto? R. Existe. Sólo hay que ver las dificultades que hemos tenido para hacer listas en algunos pueblos del interior de Cataluña. En Barcelona, gracias a Dios, sucede menos, pero nos han puesto encima clichés para demonizarnos que no se corresponden con la realidad. P. ¿No teme la desmovilización de los electores tradicionales del PP con su campaña electoral tan moderada? R. Los ciudadanos están cansados de los insultos y de las propuestas demagógicas. Hay que hablar de los problemas reales. Además la campaña es sólo municipal y la moderación es mi forma de ser. P. ¿Y pretende arrastrar incluso a los electores vidalquadristas, que no se ven representados en su lista? R. Ese mensaje también lo damos, pero de una forma moderada, como debe darse. Las etiquetas son relativas. El PP de Cataluña es un partido muy unido y en mi lista hay personas que en su día fueron muy cercanas a Vidal-Quadras. Estoy encantado de contar con ellos. Además nosotros somos el único partido que puede impedir la entrada de independentistas en el gobierno municipal porque el actual alcalde debe contar con ERC si quiere seguir. P. Éstas son las primeras elecciones con el PP en el Gobierno. ¿No elevar el listón de Lacalle, que pasó de 4 a 7 concejales, podría considerarse un fracaso? R. Lacalle hizo un trabajo impresionante, pero creo que vamos a subir. No quiero hablar de fracaso o no: estoy haciendo mi trabajo y explicando nuestras ideas de la mejor manera posible. Soy muy respetuoso con los barceloneses, que al final pondrán a cada uno en su sitio. La tarea del Gobierno del Estado es brillante, yo he sido secretario de Estado para el Deporte y tengo credibilidad para decir que quiero trasladar al Ayuntamiento esta política que se está realizando en toda España. P. Las encuestas coinciden en reflejar el entusiasmo de los barceloneses por la ciudad. ¿Por qué deberían desear una pasada por la derecha? R. El entusiasmo es cierto. Yo soy el primer entusiasta de mi ciudad. Pero creo que esto no tiene nada que ver ni con la derecha, ni con el centro, ni con la izquierda: simplemente queremos a nuestra ciudad. Y siempre se pueden mejorar cosas, que es lo que pretendo hacer. P. ¿Cuáles son los aspectos que deben mejorarse? R. Hay cosas muy obvias, como que se ha hecho un urbanismo de despacho que no ha tenido en cuenta la realidad de los barrios. Tenemos que aproximarnos más al ciudadano, mejorar la circulación, apoyar a los jóvenes, a la gente mayor, hacer más guarderías, más viviendas... P. En plena campaña electoral parece usted, como mínimo, un socialdemócrata. R. Siempre he sido un liberal humanista. Me hacen mucha gracia esos clichés sobre el PP. Parece que no puede ser que al PP le preocupen las personas o que tenga vocación ecologista, cuando ha sido el Gobierno del PP el primero que ha hecho un Ministerio de Medio Ambiente. Algunos se llenan la boca, se ponen una chapa en la solapa y piensan que ya está todo arreglado. El PP tiene una vocación social importantísima. P. ¿Se acabó, entonces, el tiempo de la política y sólo queda confrontar la gestión? R. No, esto tampoco. Hay opciones políticas importantes. La confianza que tenemos en la sociedad civil, por ejemplo, nos diferencia mucho de los socialistas. Lo que pueda hacer la sociedad, que no lo hagan las instituciones. Es una enorme diferencia entre una filosofía socialista y otra liberal.

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