Cipollini repite victoria en el Giro del mal humor

El Giro de 1999 es el Giro del mal humor, reflejo, según algunos sabios, del mal humor que envuelve al ciclismo mundial desde el último Tour. Varios ejemplos recientes pudieron observarse ayer.En la sala de prensa, una cancha de baloncesto a las afueras de Sansepolcro, un fotógrafo está a punto de llegar a las manos con un periodista de otra publicación que, según el fotógrafo, le había insultado por televisión.

En el mismo programa televisivo, llamado pomposamente Proceso a la etapa, Mario Cipollini dice que está harto de hablar de dopaje y que si le preguntan algo más sobre el asunto se pira, dicho lo cual, se levanta y deja con la palabra en la boca al presentador.

Primeros metros de la etapa, antes incluso del kilómetro cero: Andrea Tafi, el desaforado campeón de Italia y símbolo del Mapei, se enzarza en una discusión con Marco Pantani, el símbolo del ciclismo italiano, que lleva cubriendo la calva una bandana rossonera, en honor al Milan, su equipo, que acaba de ganar la Liga. Tafi, después, en un gesto ya habitual en su carrera, se deja caer a la cola del pelotón, desenfunda el teléfono móvil y le llora a su patrón Giorgio Squinzi, igual que hace un par de días: "Squinzi, que me están insultando, ¿qué hago?". (Curiosa la relación telefónica del patrón más forofo del ciclismo con sus corredores en carrera: hace unos años, cuando tres de los suyos iban escapados camino de la victoria en la París-Roubaix, dictó por teléfono a su director que debía ganar Museeuw). "Pero no ha habido insultos", tercia Cipollini. "No sé de qué se queja Tafi". "Ha sido una discusión animada, pero sin insultos", ratifica El Pirata vía su jefe de prensa. Domingo por la noche: picado por una declaración matutina de la UCI en la que el máximo organismo ciclista internacional se arrogaba la posesión de los derechos universales sobre la sangre de los ciclistas, el Comité Olímpico Italiano desembarcó en Ancona y dijo a los italianos de tres equipos (Lampre, Polti y Saeco) que se sometieran a sus controles de sangre y orina, los mismos que impulsaron a Pantani y Cipollini, entre otros, a amenazar con abandonar el Giro si se les imponían de nuevo. Los corredores se negaron el domingo, y el CONI, sin capacidad sancionadora por ello, se lo solicitó al Mapei, el equipo de Tafi, el único conjunto que públicamente ha dicho estar de acuerdo con la sobredosis de controles. Total y resumiendo: los del Mapei se sometieron a los controles y el mal humor se extendió por sus colegas de profesión, lo que Pantani se encargó de hacer saber a Tafi.

Ayer también se corrió una etapa. Fue la décima. Acabó en sprint en Sansepolcro (el gran Miguel ganó aquí, en 1992, su primera contrarreloj en el Giro) con victoria bis de Cipollini.

Clasificaciones. Etapa. 1º Cipollini, 4.28.24. 2º Quaranta, m.t. 3º Strazzer, m.t. General: 1º Jalabert (ONCE), 43.53.12. 2º Pantani (Mercatone Uno), m.t.. 3º Frigo (Saeco), a 0.58. 4º Honchar (Vini), a 1.09. 5º Gotti (Polti), a 1.13. 6º Clavero (Vitalicio), a 1.18. 7º Camenzind (Lampre), a 1.24. 8º Zülle (Banesto), a 2.04. 9º Axelsson (Navigare), a 2.05. 10º Noe (Mapei), a 2.39. 11º Jiménez (Banesto), a 2.39.