Los forenses ratifican que "al menos tres personas" mataron al camionero

Los médicos forenses que realizaron la autopsia de Antonio Civantos, el camionero que murió linchado el pasado diciembre en Natzaret, son concluyentes: "Al menos tres personas" participaron en el apaleamiento del transportista. El dictámen de los expertos contradice la tesis del abogado de José M., que se autoinculpó del crimen. Jaime Sanz de Bremond defiende veladamente que la muerte de Civantos fue obra exclusiva de su cliente, padre del niño que falleció atropellado por el camionero.

Las investigaciones realizadas por el grupo de homicidios del Cuerpo Nacional de Policía y el Juzgado de Instrucción número 15 de Valencia no han aclarado, casi medio año después del crimen, quiénes participaron en el linchamiento de Civantos, fallecido tras ser brutalmente golpeado en Natzaret, una depauperada zona de Valencia. De hecho, el primer imputado en el caso, José M., se presentó en el juzgado tras reconocer la autoría de los hechos. El segundo sospechoso, Jesús G., también imputado y en libertad provisional, siempre ha negado su participación en los hechos. De hecho, el juez encargado del caso, Vicente Ríos, apuntó la semana pasada en una resolución la falta de indicios que le relacionen con el crímen. Aún así, el informe de los forenses es concluyente. "El número y diversidad de lesiones, los distintos mecanismos lesivos y la localización de las heridas" indican, según los facultativos, "que al menos tres personas" participaron en los hechos. Ni la policía ni el fiscal encargado del caso, Julio Bruzón, han conseguido hasta el momento pruebas incriminatorias contra los supuestos y aún desconocidos autores del crimen. Jaime Sanz de Bremond sostiene desde el inicio del procedimiento que su cliente fue el único responsable de la muerte de Civantos, versión que han ayudado a consolidar varios de los testigos citados a declarar. Todos ellos observaron a José M., en solitario, perseguir al transportista linchado. De momento, ninguno de los testigos vio a más de una persona arremetiendo contra la víctima del crimen. Herida mortal Los médicos, que estuvieron declarando durante cerca de seis horas, hicieron una minuciosa descripción de las múltiples heridas que presentaba el cadáver de Civantos. Éstas eran de cuatro tipos: Incisas, inciso-contusas, inciso-punzantes y contusas, lo que refuerza la hipótesis de que varias personas, blandiendo diversos objetos, participaron en la agresión. Según Sanz de Bremond, "la herida contusa que presentaba en la parte posterior de la cabeza es la que le produjo la muerte", aseguró a Efe. Además, declaró que, según los forenses, "la muerte se produjo instantáneamente, en cuestión de segundos". Según el letrado de José M., los facultativos señalaron ante el juez que el resto de las lesiones que presentaba el cuerpo del camionero "no eran susceptibles de ser consideradas como de pronóstico reservado o grave". En ese sentido aseguró que "salvo unas heridas incisas superficiales en la espalda y dos heridas de defensa en los antebrazos, el cadáver no presenta ninguna otra lesión de cuello para abajo". Sanz de Bremond añadió que Antonio Civantos presentaba un grado de alcoholemia de 0,3 gramos por litro de sangre. El camionero, trabajador de Jocami Cargo, una empresa ubicada en Natzaret y actualmente clausurada, fue linchado el cuatro de diciembre, tras atropellar a un niño de 20 meses.