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Sólo el 20% de los extranjeros censados ha tramitado sus papeles para votar el 13 de junio Problemas burocráticos y falta de información dificultan la participación de los residentes

Los ciudadanos extranjeros con opción a votar en España (62.976 empadronados sólo en Alicante) han respondido con tibieza en su primera oportunidad de elegir a los alcaldes de las poblaciones en que residen. En esta provincia han tramitado su inscripción en el censo electoral 13.345 personas de los países de la Unión Europea y Noruega, lo que representa un 20% del total. Las razones de tal reticencia no están claras, aunque representantes de asociaciones de extranjeros sospechan que, para decidirse a votar en España, a sus compatriotas les sobra burocracia y les falta información.

"El 20% es una tasa bajísima. Es horroroso. Debería estar entre el 50 y el 70%", opina Susana Bultitude, vicepresidenta de la International Civic Society Association de Xàbia, que agrupa a 1.600 británicos. Bultitude se considera "medio española", puesto que reside desde hace 27 años en España, donde dice hallarse "perfectamente integrada". Su trabajo como intérprete y sus actividades como vicepresidenta de la asociación convierten a Bolitude en un puente entre británicos y españoles, y reconoce lo bueno y lo malo de ambos. Para ella, la raíz del problema se halla en la "falta de información" que reciben los extranjeros sobre los pros y los contras de votar en España. Aunque reconoce que los británicos son "especialmente perezosos" a la hora de integrarse en sus respectivas comunidades, y que muchos ni siquiera se molestan en aprender castellano, considera que los ayuntamientos deberían tomar medidas para hacerles llegar el mensaje de que su voto "puede conseguir un hospital más para la comarca o un mejor servicio de autobuses", por ejemplo. Es también una cuestión de costumbres enraizadas. Buena parte de los extranjeros que residen en Alicante son personas de edad avanzada que buscan bañar de sol su jubilación y, en el caso de los británicos, han votado siempre en su país por conservadores o laboristas, y quieren seguir votando a sus partidos. Decidir acudir a las urnas en España implica la renuncia a hacerlo en sus países. Hay quien considera que el papeleo que deben rellenar los extranjeros -que en el caso de los noruegos es todavía más complicado, puesto que no son ciudadanos de la Unión Europea y pueden votar en virtud a un convenio firmado entre su país y el Estado español- ha sido una de las principales causas de que la tasa de participación sea tan baja. Burocracia La burocracia es, precisamente, el principal obstáculo ante el que la mayor parte de los extranjeros ha arrojado la toalla. Así lo cree, al menos, el jefe de administración de la Fundación Instituto de Propietarios Extranjeros, Nicolás Calistrat. Y enumera: "Los extranjeros suelen residir en urbanizaciones alejadas de los núcleos urbanos y deben desplazarse al centro, demostrar que residen al menos desde hace tres años en España, aportar otra serie de documentos y rellenar un formulario bastante complicado". Para Calistrat hay una segunda razón no menos poderosa que ha ahuyentado los deseos de votar de los extranjeros con opción a hacerlo: muchos han excedido el plazo para comunicar a la oficina del censo electoral su intención de ejercer el derecho a votar. "El plazo se abrió en noviembre y, aunque se amplió en enero, coincidió con la época en la que muchos vuelven a sus países de origen a pasar el invierno con sus familias", explica Calistrat. "Cuando han llegado aquí, se han encontrado con que había expirado el plazo", señala. En el aire queda la incidencia que haya podido tener la extendida creencia entre los ciudadanos europeos de que votar en España conllevará cargas impositivas. En realidad, los extranjeros residentes en España sólo deben realizar dos declaraciones al año. La patrimonial -sobre las viviendas que poseen en España- debe pagarse a Hacienda. Presentar su declaración de la renta en España o en sus países de origen queda a su elección. Nicolás Calistrat, sin embargo, asegura que son pocos los extranjeros que creen que votar en España les supondrá pagar más dinero. "Los que han planteado eso en la Fundación han podido ser cinco de cada 100", asegura. Otras fuentes apuntan a que algunos extranjeros tienen miedo de que, al manifestar su condición de residentes en España durante más de la mitad del año, Hacienda aumente su vigilancia sobre ellos. Las comarcas de las Marinas Alta y Baixa destacan por el número de extranjeros inscritos, cuyo concurso puede ser determinante para decidir el color del próximo gobierno local. En Calpe votarán, o al menos así lo han manifestado, más de 1.200 ciudadanos europeos. La cifra se eleva a 1.878 en la vecina localidad de Xàbia, por 1.100 en Teulada. El municipio que más documentación ha tramitado para favorecer el acceso a las urnas ha sido Torrevieja, donde más de 2.000 electores foráneos acudirán con sus papeletas para elegir a sus candidatos locales o europeos.

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