Maddox cuestiona la política científica de la UE y propone reforzar la investigación básica universitaria
La política científica de la Comisión Europea sufrió ayer un fuerte varapalo de la mano de los expertos nacionales y europeos que participan en el III Debat Universitari de l"Institut Joan Lluís Vives, que se lleva a cabo coincidiendo con el quinto centenario de la Universidad de Valencia. El reconocido científico Sir John Maddox, que presentó las líneas generales de su informe de la ciencia mundial realizado para la Unesco, cuestionó la política europea de subvenciones a la investigación aplicada en detrimento de la investigación básica, que considera el verdadero motor del desarrollo humano.
Todos los avances que se han producido en el siglo XX, sobre todo, en las áreas de las telecomunicaciones, la industria aeronáutica y la medicina con el descubrimiento del ADN (clave para la curación del cáncer), tienen su origen en la investigación básica que en Europa se desarrolla de forma mayoritaria en los laboratorios universitarios. Sin embargo, la labor investigadora de los científicos europeos -formados en las 10.000 universidades, con ocho millones de estudiantes y un millón de académicos que conforman la Unión Europea- no encuentran su reflejo proporcional en la política científica que realiza la Comisión Europea (CE). A juicio de uno de los observadores privilegiados de la ciencia, Sir John Maddox, que dirigió la revista de divulgación científica más importante Nature durante 22 años, "la CE no financia de igual manera la investigación aplicada en empresas como la investigación básica". En su opinión, "con sus dos billones de dólares de presupuesto anual, la comisión debería ser capaz de coordinar una especie de superorganización científica universitaria", lo que conlleva establecer verdaderas políticas de evaluación y fomento de la calidad de las universidades y, en base, a criterios objetivos establecidos, "premiar" a las mejores universidades y potenciar así la investigación aplicada. En ese mismo sentido se pronunció la prorecteur de la Universidad Libre de Bruselas, Françoise Thys-Clément, experta en modelos de financiación para la conferencia de rectores europeos, que cuestionó el déficit de gasto corriente que padecen las universidades belgas, griegas, portuguesas y españolas (cuya financiación pública ronda el 0,65% del PIB) y protestó severamente contra la política científica de la UE. "¿Que expliquen por qué la UE no financia la investigación básica?", se preguntó. La realidad de los gobiernos europeos, en plena vorágine hacia la convergencia monetaria, parece caminar más bien en un sentido, apuntó el presidente del Consejo Social de la Universidad de Barcelona, Josep Maria Puig Salellas. Financiación universitaria "La empresa de la UE ha obligado a los gobiernos a una política estricta para cumplir los parámetros del acceso a la moneda única, lo que ha supuesto recortes en el gasto público". Las recientes declaraciones del ministro de Economía, Rodrigo Rato, precisó Puig Salellas, "auguran presupuestos cada vez menos generosos", lo que obligará a las universidades a buscar fórmulas mixtas de financiación. Algo que, en opinión del vicerrector de Economía de la Universidad de Valencia, Francisco Morales, es irracional, máxime cuando en España en los últimos 12 años no se han alcanzado aún los niveles de financiacimiento público que tienen Francia, Alemania o Italia que se sitúan en el 1,3% del PIB. Morales cuestionó que los agentes políticos y económicos pidan mayor eficacia en la gestión universitaria, cuando se está bajo mínimos. "¿Cómo se puede gestionar mejor lo que no hay, cuando no hay dinero para pagar la nómina de diciembre?", ironizó. El economista Enrique Villarreal, que fue el último responsable valenciano de Universidades socialista, también cuestionó las políticas que "potencian la investigación aplicada, porque da recursos inmediatos" y se preguntó: "¿Vamos a recortar el gasto público universitario, cuándo aún no hemos alcanzado los niveles europeos?".
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