El Málaga se doctora en Vallecas
Los andaluces, con dos goles de Catanha, arrebatan el liderato al Rayo
Todo se solucionó en 11 minutos. En tan breve espacio de tiempo, Catanha, un tipo que vive iluminado, arrojó al Rayo al foso de los leones y devolvió al Málaga al liderato. Once minutos, ni uno más. Un despiste general, otro con nombres propios, Cota y Muñiz, y Catanha que añade dos muescas más a su revólver. Asunto resuelto. El Málaga abandonó Vallecas ciñéndose la corona de líder y sintiéndose agigantado tras birlarle el primer puesto a su enemigo público número uno.Tres minutos tardó el Málaga en comenzar a disfrutar del evento. Voló el balón al área y bastante hizo Lopetegui con sacar el remate a bocajarro de Larrainzar. Porque allí estaba Catanha, al que nadie ha enseñado a perdonar. El Rayo vio cómo el partido del año arrancaba torcido. Y enseguida cayó preso de la ansiedad. Su empuje le llevó a lanzarse al abordaje y a acumular ocasiones. En dos minutos le dio tiempo a un par de córners y a disparar en tres ocasiones sin puntería. Era una manera como otra cualquiera de enseñar los dientes y no morder. Y enseguida llegó el disparate del minuto 11, cuando Cota y Muñiz se liaron y Catanha desenredó la madeja. Fue gol, claro.
RAYO VALLECANO 0
MÁLAGA 2Rayo Vallecano: Lopetegui; Cota, Muñiz, Hernández (Llorens, m.54), Alcázar; Estíbariz, Pineda, Luis Cembranos, Michel I (Pablo Sanz, m.46); Bolo y Michel II (Iván Rosado, m.67). Málaga: Rafa; Bravo, Larrainzar, Roteta, Valcarce; Rufete, Movilla, Sandro (Quino, m.62), Agostinho (Dorado, m.68); Edgar y Catanha (Guede, m.76). Goles: 0-1. M.3. Larrainzar remata a bocajarro, despeja Lopetegui como buenamente puede y Catanha fusila desde cerca. 0-2. M.11. Cota y Muñiz se hacen un lio en el lado derecho de la defensa y Catanha aprovecha que el balón sale rebotado para marcar desde el suelo. Árbitro: Llonch Andreu. Amonestó a Alcázar, Pineda, Rafa, Roteta, Movilla, Agostinho, Catanha y Guede. Expulsó por dos amarillas a Luis Cembranos (m.76). Cerca de 13.000 espectadores en el campo de Vallecas.
El partido había adquirido un sesgo mortal para el Rayo, que cayó atrapado en la urgencia, incapaz de mantener la cabeza fría y de caer en la cuenta de que en Vallecas aún existen las bandas. Incapaz, en fin, de transformar el penalti que al borde del descanso señaló el árbitro a su favor. Muñiz convirtió tan magnífica oportunidad en una anécdota, mandando su disparo a las manos de Rafa.
La aparición sobre el césped de Pablo Sanz le echó un punto de seriedad al juego rayista, que llegó a empotrar dos balones en el larguero. El Rayo acabó de perder cualquier esperanza cuando el árbitro expulsó a Luis Cembranos. Así las cosas, los últimos minutos mostraron al Rayo con ganas de morir en la tarea y al Málaga tocando y tocando, durmiendo un partido que le ha devuelto merecidamente al trono.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.