"Me conmueve el horizonte infinito de la meseta castellana"
Estamos ante un poeta catalán: Lluís Llach. De aspecto frágil y con una pincelada de melancolía en la mirada, parece incapaz de ocultar una tensión interior, mansa pero avanzante, que aflora cuando conversa. Ha poblado su vida de una música muy suya, teñida de dulzura y de fuerza, rara mezcla que pocos poetas han sabido transformar, como él, en resonante belleza. Ha buscado ritmos y sonoridades en ese pozo de sueños que es el mar Mediterráneo, al que un día bautizó como cuna de todos los azules. Ahora, como acostumbra cada año, visita Madrid con un nuevo disco de raro nombre, Nueve, una apuesta por la innovación de sus canciones. En esta ocasión, la particularidad es que un autor de izquierda como él, de 50 años, durante lustros bête noir para la derecha más agreste, vaya a actuar en el Centro cultural, municipal, de la Villa de Madrid.Pregunta. ¿Ha escorado Lluís Llach sus posiciones hacia la diestra, ha virado el Ayuntamiento hacia la zurda o su actuación, en tal recinto, no tiene nada de ideológico?
Respuesta. Quiero imaginar que, por una vez, los aspectos ideológicos no han influido. Estoy sorprendido por participar por vez primera en un programa musical que incluye también a Isabel Pantoja. El Centro es un recinto estupendo y locales así no abundan. Eso es todo.
P. Usted profetizó prematuramente el declive de la denominada izquierda realmente existente con un título, No es eso. ¿Tiene hoy alguna profecía similar para la derecha? R. No quiero dar pistas a la derecha ni desanimar a la izquierda, pero no ha parado de hacer disparates como legitimar a la OTAN, al Fondo Monetario Internacional y organizaciones que no responden ante ningún Parlamento. Lo de los Balcanes ya es el colmo. Encima de todo, nos quieren hacer cómplices de su brutalidad.
P. ¿Cree posible participar de un lirismo como el suyo cuando, aquí en la estepa castellana, carecemos de un Mediterráneo?
R. La primera vez que el impacto de un paisaje me obligó a apearme de un coche para contemplar su belleza fue en la meseta castellana. La tierra recién arada, la luz, el silencio, la sombra y el horizonte infinito formaban una armonía espléndida que aún me conmueve. En cuanto al mar, créame, es sólo una excusa.
P. Los madrileños no suelen conocer la lengua catalana. ¿Cómo explica el impacto de sus canciones en Madrid?
R. La canción tiene la extraña cualidad de llegar a unazona de nuestra sensibilidad situada más allá de lo que consideramos racional. Se adentra en el mundo de las emociones y lo remueve dulcemente todo. Por eso, es muy grato saber que mis canciones gustan aquí.
Lluís Llach actúa hoy, y hasta el sábado, a las 22.00, y el domingo a las 19.00 en el Centro Cultural de la Villa. Plaza Colón s/n. 2200 ptas.
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