El arte de los iconos griegos de tradición bizantina se exhiben por primera vez en España
Barcelona [EN] El Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) inaugura hoy la primera exposición en España dedicada a la tradición artística bizantina. Se trata de la colección de iconos griegos postbizantinos pertenecientes a la colección Emílios Velimezis, un conjunto de 62 pinturas realizadas entre los siglos XV y XVIII, que sirve de excepcional y lujoso preámbulo a otra exposición más ambiciosa que el museo está preparando con vistas al año 2002 y que se centrará más especifícamente en el arte bizantino de los siglo VII al XIV y su influencia en el área mediterránea.
El arte bizantino es un gran desconocido en España. Se le cita y analiza, eso sí, en las historias del arte y se hacen numerosas referencias al mismo en relación a su influencia en el arte medieval occidental. El arte postbizantino -aquel que se realizó en las comunidades cristianas ortodoxas tras la conquista turca en 1453 de Bizancio, la actual Estambul-, aún es menos conocido y suele identificarse genéricamente con los iconos rusos convertidos en la Europa occidental en souvenir turístico. La exposición Icones Gregues. Col.lecció Emílios Velimezis, que esta mañana inaugura la Reina Sofía, pretende romper con esta dinámica. La muestra, abierta hasta el 6 de junio, está compuesta por 64 pinturas realizadas entre los siglos XV y XVIII en Creta, Grecia continental y las islas jónicas, algunos de los nuevos centros artísticos que se desarrollaron tras la caída de Constantinopla y que conservaron y en ocasiones renovaron la tradición bizantina. Colección de entreguerras Dos de estas pinturas incluidas en la exposición no pertenecen a la colección Velimezis sino a los propios fondos del MNAC que a raíz de esta muestra ha podido catalogar e identificar estas piezas como iconos realizados en Creta. El resto de pinturas formaban parte de la colección Velimezis, un conjunto de piezas reunidas en el periodo de entreguerras por este coleccionista griego cuyos gustos estéticos se orientaban hacia las pinturas postbizantinas de influencia italiana. Tras la caída de Bizancio, Creta se convirtió en una especie de protectorado de Venecia y la influencia italiana renacentista se dejó notar en los iconos cretenses. Tras caer también Creta a mediados del siglo XVII en poder de los turcos, numerosos pintores se trasladaron a Venecia o a las islas jónicas y los monasterios ortodoxos del continente, con lo que contribuyeron a expandir esta influencia italiana en la tradición bizantina anterior. Velimezis reunió unos 72 iconos que, a su muerte en 1946, se dispersaron entre diferentes colecciones privadas yendo a parar un conjunto de 16 piezas al Museo Benaki de Atenas, institución que por sus colecciones y objetivos -también es un museo nacional que pretende explicar la tradición artística del país- guarda ciertos paralelismos con el MNAC. En 1997, el Museo Benaki decidió reunir de nuevo el grueso del conjunto de la colección Velimezis en una exposición que tras presentarse en Tesalónica y Atenas, comenzó en Suiza una itinerancia por otras ciudades europeas y estadounidenses cuya escala española es esta presentación en Barcelona. La exposición presenta numerosos alicientes. Uno es que supone una via de entrada a una tradición artística que abarca más de un milenio y que, al contrario de lo que pasó con el arte cristiano occidental, ha mantenido casi intactos sus principios formales e iconográficos. Los iconos bizantinos se realizan siempre sobre madera -generalmente maderas nobles para potenciar su valor de cambio- y mantienen el fondo dorado y un uso casi siempre limitado de los colores. Los temas iconográficos están casi siempre totalmente regulados por el dogma ortodoxo por lo que los modelos se repiten sin apenas modificaciones a lo largo de los siglos. " "No hay diferencia entre los iconos bizantinos y los postbizantinos", afirma Nanó Khatzidaki, responsable científica de la exposición. "El corte fue histórico, no artístico. Lo que pasó es que tras la caída de Bizancio, numerosos pintores se trasladaron a Creta y a las islas jónicas continuando allí la tradición. Hay diferencias a lo largo de los siglos en función de la evolución del dogma y de las influencias externas, especialmente la italiana, pero como forma de expresión es muy similar". Otro aliciente de la exposición es que a través de estas pinturas puede entrarse en una cultura que afecta de una u otra manera a una zona, Europa Oriental, sumida ahora en una escalada de crisis relacionadas muchas veces con su origen histórico. Entre las actividades paralelas a la exposición, elmuseo ha organizado una serie de conferencias relacionadas con la cultura bizantina, desde la situación de Grecia bajo el dominio de turcos y venecianos al simbolismo del icono como triunfo de la ortodoxia pasando por la relación entre liturgia, arte y literatura.
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