Alcaraz promete el día de su reelección que dejará el cargo al final del mandato

El VII Congreso del Partido Comunista de Andalucía (PCA) echó ayer el telón sin sorpresas. Felipe Alcaraz salió reelegido con el apoyo del 80% de los miembros del comité central (58 votos a favor, 11 abstenciones y cuatro en contra) y completará así un total de 22 años al frente de esta formación. Pero esta continuidad tiene fecha de caducidad. El propio Alcaraz la fijó ayer: el año 2002 para cuando concluya el nuevo mandato. "Será mi última legislatura. Es conveniente que sea así porque ya serán muchos años", explicó el dirigente comunista, quien ya anunció lo mismo en el congreso regional de hace tres años. "No soy una joven promesa", ironizó, "pero sigo teniendo fuerza y gasolina sin plomo en el cuerpo para seguir luchando con la misma intensidad que cuando fue elegido en enero de 1981". A las preguntas sobre su prolongado mandato comentó: "Lo importante no es el tiempo sino como se practique la política y la confianza que uno tenga en la gente y a la inversa. Esto nadie se lo dijo o preguntó a Felipe González en su momento y Pujol lleva más tiempo que yo". Alcaraz quiso restar significado a su reelección e insistió en que el PCA está "unido" en torno a un discurso. "Creo que no existe ni un solo alcaracista en Andalucía. Todo el mundo tiene su propia cabeza y no hay cabezas ortopédicas", dijo, al tiempo que subrayó esta tesis como "la clave de funcionamiento" de un partido. Respecto a los objetivos se marcó el de convertir al PCA "en uno de los partidos comunistas más fuertes del sur de Europa". Su discurso de ayer no varió un ápice respecto al de días anteriores y repitió la idea de practicar una política de unidad de acción de la izquierda frente a "las políticas de derecha". El PCA cuenta desde ayer con un nuevo comité central, que pasa a tener de 66 miembros a 80. Entre ellos figuran Antonio Romero, Luis Carlos Rejón, Concha Caballero, Rosa Aguilar y Diego Valderas.