Brotes de tensión entre vecinos y agentes en el juicio al capitán López

Lo que empezó con bronca, acabó con bronca. En la mañana de ayer, el juicio contra un capitán del Ejército del Aire y un vecino del barrio Monumento, en San Juan de Aznalfarache, por presuntas agresiones a varios agentes de la Policía en una protesta en mayo de 1997 se convirtió en un nuevo desencuentro. El capitán Jesús López y Manuel Fernández consiguieron que la vista en la que comparecían como imputados por presuntas agresiones a tres policías en el desalojo de la casa del primero se convirtiera en una nueva denuncia sobre las, a su juicio, corruptelas que envuelven la venta a privados de las antiguas casas militares. En un entorno formado por numerosos policías y más de un centenar de vociferantes vecinos, el capitán desalojado arremetió primero contra la acción policial y, a continuación, denunció la política de favoritismos a la hora de adjudicar las casas del Ejército. Según las tesis de López, las próximas privatizaciones de estos inmuebles están detrás de toda la polémica. El capitán López (cuando fue desalojado estaba en excedencia, aunque ahora está en pleno ejercicio y ayer acudió al juzgado vestido de uniforme) asegura que su casa está ahora ocupada por un general, que ya posee otro inmueble en Sevilla y que será capaz de comprar ambos "por un dinero ridículo".