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TEATRO

La compañía Cambaleo se sirve de un apeadero como metáfora de la vida

La compañía de teatro Cambaleo, con sede en una nave de Aranjuez, ha elegido un apeadero de tren, ese espacio en el que coinciden todo tipo de gentes con todo tipo de historias, para situar su último montaje, que se llama precisamente así, Apeadero. Esta obra, que se presenta dentro del Festival Alternativo, está escrita y dirigida (como todas las de este grupo) por Carlos Sarrió e interpretada por los cinco actores de este grupo.En Apeadero, varias personas esperan un tren que nunca llegará. A cada una de ellas le corresponde una parte de la obra, partes a las que el autor ha denominado poemas: está el Poema del hombre que pide el café que nunca llega, el Poema de la mujer que perdió todos sus hijos. "La obra sigue la tónica de los últimos montajes de Cambaleo: apostar por la vanguardia, por textos que nada tienen que ver con el teatro al uso", explica un miembro de la compañía. En esta obra, además, Cambaleo se aleja del tono de humor que han tenido sus anteriores montajes para indagar y profundizar en los sentimientos.

"Apeadero trata sobre la desesperanza. Es una metáfora de la vida. Unos personajes huyen, otros buscan reencontrarse con sus recuerdos, con personas queridas, y otros están simplemente de paso", explica Sarrió, que añade: "El montaje es de estructura difícil porque la vida no es fácil". Y es que la trama se va descubriendo a través de las conversaciones de unos y otros.

Apeadero, en la sala Triángulo (Zurita, 20. Metro Lavapiés), de jueves a domingo, a las 20.30, hasta el 14 de marzo. 1.500 pesetas.

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