El desconcierto de los populares

L a celebración este próximo fin de semana del congreso nacional del PP no va a impedir que persista el desconcierto en las filas de esta formación política en Andalucía. Una incertidumbre que gira, inicialmente, entorno a quién asumirá la responsabilidad de dirección del partido en esta comunidad tras la marcha de Javier Arenas. Sin embargo, no será por mucho tiempo. Al menos, en lo relativo a quién se hará cargo de las riendas del PP andaluz. En estos días Javier Arenas perfila los detalles del relevo que aplicará y que prácticamente tiene ya listo para la semana entrante. El criterio fijado pasa por nombrar a un presidente con plenos poderes y no marcado por la provisionalidad. Se pretende que su labor sea efectiva, teniendo en cuenta los compromisos inmediatos como son las elecciones locales y las autonómicas. De ahí que no sea un nombramiento transitorio, tal y como se ha venido apuntando. Pero esto no evitará que a lo largo de la semana sigan disparándose las especulaciones sobre las personas que asumirán tanto esta responsabilidad orgánica como la de enfrentarse a Manuel Chaves. Un lógico baile de nombres que más que todo siembra inquietud y que los afectados llevan con más o menos dignidad, salvo en el caso de la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, quien no duda en arremeter contra aquel que le plantea la cuestión. Sin duda que, con estos gestos, se ofrece un perfil para nada centrista, precisamente muy lejos de lo que ahora se lleva en su partido. Menos mal que viene Fitur-99, evento que tiene la virtud de reunir al mayor número de alcaldes, concejales y otros cargos por metro cuadrado. Todos afanados en esta especie de romería en la promoción de sus respectivos terruños, en una cita anual que despierta un gran interés, especialmente en nuestros munícipes. De modo que esta gozosa cita quizá calme los ánimos de más de uno. Decreto 35-H Pero la clave esta semana está centrada en el Consejo de Gobierno andaluz. Aprobará el decreto de reducción de la jornada a las 35 horas semanales. Saldrá adelante así uno de los principales compromisos de Manuel Chaves y cuenta con el pleno respaldo de los sindicatos mayoritarios UGT y Comisiones Obreras. Los empresarios, si bien no han suscrito el acuerdo, parece que no van a ser beligerantes con esta medida que tan poco ha gustado al nuevo ministro de Trabajo, Manuel Pimentel. Los cambios introducidos por José María Aznar en su ejecutivo vuelven, además, a generar en Andalucía la leve esperanza de que se resuelvan los contenciosos aún abiertos entre Junta y Administración central. El consejero de la Presidencia, Gaspar Zarrías, deberá remitir cuanto antes su carta al nuevo ministro de Administraciones Públicas, Ángel Acebes. La respuesta ya se puede adivinar. Por cierto, quienes también deberán renovar su oferta de intermediación son los andalucistas, una vez desaparecido del gobierno su principal interlocutor, como era el caso del ex ministro de Trabajo. Los andalucistas, no obstante, tienen ante sí un difícil trago con la celebración en el Ayuntamiento de Sevilla del pleno extraordinario sobre la caída del muro del Bazar España que se saldó con cinco muertes. Alejandro Rojas-Marcos se encuentra aquí en una difícil situación. Acosado por la oposición, observa cómo la alcaldesa, Soledad Becerril, se desmarca hábilmente y se convierte en una víctima más. Si en virtud del pacto de gobierno la Gerencia de Urbanismo era para el Partido Andalucista, pues que lo sea con todas las consecuencias, pensará la primera edil, quien da a entender que el asunto no va con ella. Del vertido tóxico de Aznalcollar, atentos a las explicaciones de los suecos de Bolidén y la presentación de las conclusiones de los trabajos de retirada de lodos. ANTONIO YÉLAMO