Llega una ola conservadora
Otra jornada con escasez de goles: sólo se marcaron 15. El Barça y el Madrid completan su peor arranque de Liga en varias temporadas. El Mallorca se mantiene en cabeza. Atasco general en la clasificación. Lillo vive horas críticas en el Tenerife.
El gol se cotiza cada vez más caro. La jornada repitió las carencias de la anterior. Sólo se marcaron 15 tantos, una cifra que explica la regresión que comienza a advertirse en varios equipos, atacados por una ola conservadora. La patética actuación del Athletic en el Manzanares es el síntoma de lo que comienza a suceder. El equipo bilbaíno no remató una sola vez pero se llevó un empate. Su entrenador, Luis Fernández, se sintió satisfecho. Dijo que su táctica había funcionado. Esa deliberada intención de jugar mal merece la respuesta irritada de los aficionados, la prensa y los jugadores. Si no hay respeto por el buen nombre del fútbol, este juego no merece la pena.La jornada abundó sobre lo conocido. El Barça y el Madrid están metidos en problemas. El Madrid lo ha maquillado con su triunfo en la Copa Intercontinental. Alrededor de su victoria en Tokio se ha armado un alboroto que ha tapado algunos datos elocuentes: una proyección de sus puntos actuales (19) le llevaría a una cifra final de 57. Con esa puntuación nunca habría terminado entre los ocho primeros en los últimos tres campeonatos. Por supuesto, este análisis empeora el estado del Barça. La proyección le llevaría a número final de 55 puntos, insuficiente para quedar entre los nueve primeros en los últimos tres años. Ante la perspectiva de la nueva Liga de Campeones, con cuatro representantes españoles, el Madrid y el Barcelona se encuentran en una posición un tanto delicada.
La Liga parece diseñada para los equipos con argumentos. Vale cualquiera. En cada uno de los primeros cinco clasificados (Mallorca, Deportivo, Celta, Valencia y Atlético de Madrid) se observa la mano de un entrenador. Son técnicos que pregonan ideas muy diferentes entre sí, pero son capaces de interpretarlas en sus equipos. Por el contrario, al Madrid y al Barcelona cuesta reconocerles en un estilo.
En una jornada de escasos goles, hubo algunos héroes. Moisés, el delantero del Villarreal, marcó dos goles al Valladolid. El segundo fue sensacional. Claudio López confirmó que es uno de los grandes protagonistas del campeonato. En el Valencia contragolpeador ha encontrado un equipo a su medida, aunque su tanto en Vitoria llegó con un cabezazo.
En el capítulo de damnificados, Lillo es el primero. El entrenador del Tenerife vive horas críticas tras el empate de su equipo frente al Zaragoza.
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