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"El empresario valenciano se siente ahora orgulloso de serlo"

Encumbra al presidente Zaplana, con el que "se vive mejor", y asegura que el empresariado valenciano, ahora más que nunca, se siente "orgulloso" de serlo. Luis Esteban, presidente de la Cámara de Comercio de Alicante, dirige también la sociedad anónima que se encarga de construir el buque insignia del primer mandato del PP, Terra Mítica, para el que no escatima elogios. Reclama inversiones en infraestructuras y certifica que cuando se trate de obras vertebradoras y dinamizadoras de la economía el capital privado respaldará la iniciativa de los gobernantes. Pregunta. Asegura que las administraciones públicas pueden hacer más y mejores cosas. Respuesta. Digo que históricamente en Alicante habíamos sido muy cicateros a la hora de realizar inversiones, y de hacerlo con generosidad pensando no en la consecución de una meta puntual sino de cara a un futuro más amplio. Trato de recoger esa situación para que en lo sucesivo se evite y se invierta con la generosidad suficiente para cubrir necesidades futuras. Estamos en una provincia de servicios, industrial y turística, sectores que demandan más y mejores infraestructuras. P. Mantiene que en materia de comunicaciones la provincia de Alicante es deficitaria. ¿Se romperá ese histórico aislamiento? R. Es deficitaria en algunos temas, y no en su conjunto. Durante muchos años atrás la inversión pública en la provincia de Alicante ha sido casi nula, y arrastramos un déficit de infraestructuras que hay que actualizar. Hay que pensar que, sobre todo en el sur, las comunicaciones son bastante deficientes. Además, debemos vertebrar con una autovía entre Alicante, Alcoy y Valencia, donde se generan inversiones importantes. En materia ferroviaria defendemos la implantación del AVE, y como inversión más importante el desdoblamiento de la línea Alicante-La Encina para mejorar enlaces con Valencia y Cataluña. P. El presidente Zaplana ya les ha dicho que para conseguir el AVE los empresarios tienen que poner algo de su parte. R. Eso es normal. Lo considero lógico. En materia de infraestructuras es positivo que los empresarios nos involucremos, porque luego también podremos exigir ejercer su explotación. P. ¿Seguro que están ustedes dispuestos a rascarse el bolsillo? R. Los empresarios están dispuestos a invertir y mejorar todo aquello que pueda suponer un revulsivo para su futuro inmediato y la rentabilidad de sus empresas. El ejemplo más claro lo tenemos en Terra Mítica, donde la inversión privada alcanza el 85% del total. P. Para que el empresariado valenciano se involucre en esa línea, ¿tiene que gobernar la derecha? R. No. Lo que pasa es que desgraciadamente el gobierno anterior no tuvo esa transmisión ni fue un ejemplo a seguir para que los empresarios se sintieran apoyados por la Administración. El gobierno debe asumir un papel y el empresariado otro, y entre todos crear una vía de comunicación sobre la que transcurra la locomotora de la inversión y la producción. Lo que no puede ser es un gobierno a su aire que pretenda que el empresario invierta sin ningún tipo de apoyo moral ni económico. La imagen del empresariado estaba antes muy deteriorada, y ahora tiene la que debió tener siempre: un elemento generador de riqueza y trabajo. P. ¿Estima que el Ivex ensombrece la gestión de las cámaras? R. No. Tenga usted en cuenta que las cámaras están representadas en el Ivex, y muchas de sus actuaciones son a instancia nuestra. Somos fieles colaboradores porque en definitiva el final no es otro que el mayor conocimiento de los productos valencianos en el exterior. Las misiones específicas han sido muy positivas. P. Hay empresas que se niegan a cotizar a la Cámara porque no se sienten representadas. ¿Deben pasar todas por taquilla? R. Sí, porque lo dice la ley, pero nosotros ante todo queremos que lo hagan porque crean que la labor que desarrollan las cámaras es útil. Tratamos de acercarnos con temas puntuales como la promoción del euro o el efecto 2000. La Cámara es una gran desconocida en algunos aspectos porque el tejido empresarial es muy atomizado. La pequeña y mediana empresa es la soberana de nuestra economía, y es difícil llegar a estos empresarios, que tampoco tienen un espíritu asociacionista muy activo. P. Es evidente que la mayor parte de las empresas de Alicante pasan de padres a hijos hasta la eternidad. ¿Cambiará ese individualismo empresarial con la globalización de los mercados? R. No tiene por qué cambiar. Cada empresa, en su momento, debe buscar aquello que mejor acerque sus productos al consumidor. La empresa familiar es el origen hasta de la Ford, y a medida que se avanza se crean órganos de dirección que requieren componentes específicos. En cualquier caso tengo que decir que hay muchas empresas familiares que son verdaderos ejemplos de innovación, tecnología, desarrollo y adaptación al mercado. P. Cuando facturemos los zapatos en euros, ¿venderemos menos? R. Venderemos más. La aparición del euro implicará menos costos de cambio, y será una gran ventaja en Europa porque venderemos en la misma moneda. Será un elemento dinamizador en la actividad exportadora. P. ¿Venderemos más caro? R. No debemos. Habrá que aquilatar al máximo los costos porque no vamos a poder acogernos a devaluaciones de la moneda, y eso nos obligará a innovar y actualizarnos en las tecnologías productivas para competir dignamente. P. Cuando se habla de actualizar las tecnologías productivas, los trabajadores tiemblan. R. Que no lo hagan. La industria alicantina se ha renovado mucho tecnológicamente durante los últimos años y ha generado numerosos puestos de trabajo. Cuando se habla de nuevas tecnologías no hablamos de importarlas. Las podemos desarrollar nosotros, y eso generará más empleo. P. Además de presidir la Cámara, dirige usted la construcción de Terra Mítica. ¿No es demasiado trabajo? R. No, porque el presidente no es el que hace las cosas. Tiene unas opiniones que expone como cualquier otro miembro de los consejos de administración, y los altos mandos intermedios desarrollan la actividad. La labor es de vigilancia y control para que se cumplan los objetivos. P. Han vendido Terra Mítica como la panacea que solucionará todos nuestros males. ¿No temen fracasar en esas expectativas? R. Si lo temiéramos puede estar seguro de que no venderíamos esa imagen. De cualquier forma, Terra Mítica solucionará los males hasta los límites marcados, que están muy claros: consolidar la industria turística de la Comunidad Valenciana, vertebrar esa actividad y generar 2.000 puestos de trabajo directos y 5.000 indirectos. No es una panacea, sino una realidad que ya se empieza a ver. P. ¿Cuándo abrirá sus puertas al público el parque temático? R. A finales del verano de 1999. Sobre septiembre. P. Entonces no se cumplirá el objetivo del presidente Zaplana de inaugurar antes de las elecciones. R. Ése no ha sido nunca un objetivo. El objetivo del presidente y del Consejo de Administración de Terra Mítica es inaugurar en el menor tiempo posible, sin plazos electoralistas. P. Eso será si Europa lo permite. R. Han puesto dificultades porque existe una competencia que piensa que no debe haber más parques temáticos. Nosotros opinamos lo contrario, y como siempre hemos ido por delante con una transparencia absoluta, Bruselas nos ha dado la razón en todas las demandas que se han presentado contra nuestro proyecto. No hay obstáculos para continuar. P. Pues los partidos de la oposición denuncian precisamente falta de transparencia. R. Además de denunciarlo, eso hay que demostrarlo. Rechazo categóricamente cualquier manifestación en sentido contrario. P. Otros han aprovechado su paso por la Cámara de Comercio como trampolín político, ¿tiene usted aspiraciones en ese terreno? R. En absoluto. Mi única aspiración es desarrollar lo que en conciencia estoy obligado: que la Cámara de Comercio sea una institución querida y respetada por todos los ciudadanos, y tratar que funcione bien en beneficio del empresariado. P. ¿Con Zaplana se vive mejor? R. Sí. Sin lugar a dudas con el gobierno de Eduardo Zaplana y de España hemos alcanzado unas cuotas de tranquilidad y satisfacción que anteriormente, y desgraciadamente, no teníamos. Se han superado muchas situaciones conflictivas, de escándalos financieros y de todo tipo, y ahora la cosa ha cambiado. Expongo una opinión personal. P. ¿Esa situación de mar en calma invita a los empresarios a invertir más? R. No estamos en situación de mar en calma. Lo que pasa es que no estamos en un mar tempestuoso, sino en uno en el que se navega con sosiego, con sus corrientes positivas y negativas, pero con los medios y el diálogo necesarios para navegar.

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