_
_
_
_
EN BUSCA DEL JUEGO LIMPIO

Trampa contra la propia trampa

Sucedió hace ya varias temporadas, pero sigue enmarcada entre las anécdotas más hermosas contra los enemigos del juego limpio: fue la trampa contra la propia trampa.

Se enfrentaban los filiales del Barcelona y del Madrid, uno de esos duelos que para cada plantilla tiene casi tanto peso como el curso completo. La estrella blanca era Sandro; la azulgrana, Iván de la Peña. Y los entrenadores decidieron emparejarlos sobre el campo con instrucciones muy concretas: "Nada más salir, hazle una entrada; te lo comes". Los dos recibieron la misma sugerencia. Sandro y De la Peña eran grandes amigos y, casi por remordimiento, se contaron las órdenes recibidas. No tardaron en encontrar una solución, una treta con la que esquivar una bronca de sus técnicos sin necesidad de lastimarse: en la primera jugada, simulo que te doy y te tiras aparatosamente; a la siguiente, lo simulamos al revés.

Más información
Un decálogo para la deportividad

Así lo hicieron, cumplieron con la consigna encomendada, y ya se dedicaron a disfrutar, a jugar, a ofenderse únicamente con la pelota, a retarse con amagos y caños.

También tardará en olvidarse lo que sucedió en el Camp Nou hace un par de temporadas en uno de esos grandes e intensos Barcelona-Atlético: Guardiola y Kiko, tras un lance, se enzarzaron en una caliente discusión, llena de gritos y reproches. Hasta que, de pronto, Guardiola cortó el incidente con un abrazo sincero y emocionante.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_