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"Orihuela no es Palermo"

Pregunta: ¿Cómo afronta la recta final de su mandato sin la acostumbrada mayoría absoluta? Respuesta: Con ciertas dificultades, sobre todo teniendo en cuenta que llevamos gobernando más de 12 años con una cómoda mayoría, situación que no debería haber cambiado si atendemos a la voluntad popular. Estamos en minoría porque cinco concejales se han apoderado de unas actas que éticamente no les pertenecen. Afrontamos esa recta con más trabajo, con ilusión, que a pesar de los acontecimientos no nos falta, y con la certeza de que no habrá graves inconvenientes para sacar adelante proyectos de interés para el municipio. La oposición tendrá que ser coherente y colaborar en esos temas. P: ¿Teme ser desalojado del poder por falta del apoyo necesario para gobernar? R: La primera consecuencia que puede tener la pérdida de la mayoría es la presentación de una moción de censura. Eso, que aritméticamente es posible, con la situación actual no parece muy probable. Recojo las manifestaciones que han hecho miembros destacados del PSPV y EU, quines, por mor del acuerdo nacional contra el transfuguismo, no están dispuestos a firmarla en Orihuela. Me parece una postura coherente. Debemos empezar a poner el nombre adecuado a los cinco concejales que ya no están en el PP: son unos tránsfugas. P: ¿Qué desencadenó la crisis? R: La separación de Ferrández del área de urbanismo. Me amenazó con arrebatarme la mayoría absoluta, pero consideré mucho más beneficioso para los intereses de este municipio y del grupo popular asumir esa posibilidad a seguir prestándome a los manejos e imposiciones de ese grupo de concejales. P: Usted separó a Ferrández de urbanismo porque temía actuaciones irregulares. ¿Las ha confirmado? R: Si entonces hubiese tenido algo más que sospechas habría actuado como ahora: acudiendo a los tribunales. No tengo pruebas fehacientes de nada, pero sí muchas denuncias de situaciones irregulares. Sólo podía tomar decisiones políticas, y lo hice separando del poder a aquellos que no hacían las cosas como se tenían que hacer. Ahora estamos ante una autoinculpación de ciertos manejos que uno de esos concejales ha reconocido a una revista nacional. P: ¿La génesis de la crisis es empresarial? R: Es evidente. Hay ciertos empresarios que están muy cerca de esta situación, pero no diré lo que no puedo probar. P: ¿Es cierto que el PP recaudó fondos de forma irregular para afrontar los gastos de la campaña electoral de 1995? R: El concejal Jesús Ferrández ha declarado que él lo hizo personalmente. Desde luego, al partido no llegó el dinero. Si es cierto que se recaudó, quien lo hizo debe dar cuenta de ello en el juzgado. Estoy en el PP desde mucho antes que Ferrández y esa nunca ha sido práctica de este partido. Las campañas se financian mediante pólizas de crédito suscritas por los candidatos. P: ¿Existe corrupción en su partido en Orihuela? R: No hay corrupción. Si ha habido alguna tentación de práctica irregular la he abortado. De esos polvos, estos lodos. P: Se le ve eufórico después de esta especie de parto. R: He pasado seis meses muy malos, en algunos momentos con ánimos de tirar la toalla porque me parecía una situación injusta que me producía dolor de estómago. A partir de la expulsión todo ha cambiado. Ahora puedo decir que esos señores son unos tránsfugas, que han robado la voluntad popular. He tenido un feliz parto, y ahora me tengo que dedicar a criar a la criatura fuerte y robusta. P: La Vega Baja es Sicilia y Orihuela, Palermo. ¿Cierto? R: Es un pueblo excepcional, trabajador, con una gran iniciativa, con empresarios que ponen a la comarca en la punta de lanza de la economía, y por muchos esfuerzos que unos pocos hagan en presentarlas como Sicilia y Palermo no lo van a conseguir. En todas partes surge alguien que va por dirección prohibida, pero lo habitual es que la gente se conduzca por los sitios reglamentarios. Me molestan esas comparaciones, aunque me constan que van dirigidas con un claro afán de desgaste del alcalde y del PP. Me molesta porque soy un enamorado de mi pueblo y de mi comarca, y algunos hechos aislados puede eclipsar el esfuerzo que todos hacemos. Esto no es lo que la gente se merece. P: ¿Y cómo contrarrestar esa imagen? R: Tiene sus dificultades. Cuando el aceite se vierte es difícil recogerlo todo. Lo que no valoran quienes hablan así es que por desgastar a un político ponen en peligro el prestigio de una ciudad y de una comarca que se han caracterizado por lo contrario. P: Por si fuera poco, llegan organizaciones mafiosas del Este. R: Yo no sé si existe la mafia rusa. Cuando empezó a extenderse esa idea contacté con los empresarios, de una forma discreta, para conocer los hábitos de estas personas, cómo realizaban y pagaban las inversiones. Se hablaba mucho de maletines negros y otras cosas, pero me consta que en la mayoría de los casos han hecho operaciones regulares y controladas por entidades bancarias. Eso no quiere decir que en algún caso puntual pueda surgir alguna gestión oscura, pero no es lo habitual. P: Es decir, que aquí lo único que huele mal es el río Segura. R: Sin ninguna duda, y habrá que reconocer que ha olido peor. P: ¿Acabará por no oler? R: Es un problema que viene de lejos. Aquí han gobernado los socialistas durante 12 años y las iniciativas en ese tiempo para paliar el problema han sido nulas, y ahora son los primeros en exigirlas. La única actuación sobre el río fue su encauzamiento, y no obedecía al problema sanitario, sino al de seguridad frente a las inundaciones. Ese problema se resolvió bien, pero se agudizó el de la salubridad en Orihuela, con un encauzamiento urbano mal resuelto que ha puesto a los oriolanos debajo de las narices la retención de aguas residuales que soportamos. Se han adoptado algunas medidas parciales como la oxigenación de las aguas, pero siguen siendo los mismos residuos, aunque al menos no huelen. La solución definitiva está en el saneamiento integral del río, con la entrada en funcionamiento de todas las depuradoras. La construcción de una presa reportó evidentes ventajas para la población, como asegurar las aguas de riego y consumo, pero también una servidumbre: que el cauce natural de un río de por sí escaso se convierte en inexistente, y lo que baja por él son aguas residuales e industriales. Todos tenemos que hacer un esfuerzo para que el río tenga otro aspecto, pero no creo que nos podamos bañar en él. P: ¿Qué le falta a Orihuela para darse a conocer como una de las ciudades más monumentales de España? R: Tenemos la ciudad con la mayor riqueza patrimonial y arquitectónica de la Comunidad, con cinco monumentos nacionales declarados, pero el conjunto histórico de la ciudad ha estado secularmente abandonado. Ahora se ejecutan obras de restauración por importe de más de 3.000 millones de pesetas, y así es como la ciudad puede proyectarse. P: Orihuela es hoy campo de batalla académica ¿Por qué sí al campus de Las Salesas y no a las clases en Santo Domingo? R: No es cierto. Apoyamos el convenio de la Universidad de Alicante con el Colegio Santo Domingo, e incluso hemos comprado los suelos necesarios para habilitar espacios que posibiliten las actividades universitarias. Otra cosa es que la Universidad de Alicante no haya cumplido la normativa que debe seguir. No hay oposición del Ayuntamiento ni del Consell, simplemente se le exige que cumpla la legalidad. Tengo la certeza de que se solucionará. Al margen de ello, existe un convenio con la nueva universidad Miguel Hernández para crear el campus de Las Salesas, que es muy importante para la revitalización del centro histórico y que incluye la construcción de tres edificios. Nos esforzamos por conseguir que se implanten las dos universidades.

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