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Reportaje:LES LUTHIERSGRUPO HUMORÍSTICO-MUSICAL

"No se puede hacer humor con todo"

El Palacio de los Deportes de Barcelona ha dejado de lado sus actividades deportivas desde anoche y durante 10 días para convertirse en un gran teatro que alberga el estreno en la capital catalana del espectáculo de Les Luthiers Unen canto con humor. El popular quinteto humorístico-musical argentino, que opina que "no se pude hacer humor de todo", estará en Barcelona hasta el 25 de octubre. "Unen canto con humor, un ingeniosísimo juego de palabras", especifica Marcos Mundstock, la voz seria del grupo y uno de sus fundadores, se estrenó en 1994. "Se trata de ocho escenas independientes sin un nexo común, aunque una vez escritas nos dimos cuenta de que tenían un hilo conductor: todas trataban de charlatanes". Así, en el nuevo espectáculo se entremezclan los gurus indios, los investigadores de ovnis y los negros que no saben bailar merengue con la interpretación de una canción andina servida con traducción simultánea al francés. "Claro que los franceses posiblemente no la entiendan", añade Jorge Maronna, otro de los fundadores. Les Luthiers llevan 30 años en los escenarios de habla hispana encadenando un éxito con otro. Hasta el momento han estrenado 21 espectáculos, el último, Bromato de armonio, está previsto que se vea en Barcelona la próxima temporada. "Somos músicos y humoristas en un espectáculo de música y humor", define Maronna. "En los últimos tiempos trabajamos más los espectáculos desde un punto de vista teatral, aunque con una presencia musical importante. Quizá hemos perdido algo del sonido clásico de Les Luthiers de la primera época, pero hemos ganado en comunicación". Una comunicación basada esencialmente en la utilización del idioma y en un constante e inteligente juego de equívocos lingüísticos. "Poco a poco ha ganado peso el manejo del idioma, una descomposición e interpretación, el darles la vuelta a las cosas utilizando las palabras. Esta característica es, al mismo tiempo, una limitación para nosotros, porque sólo podemos actuar ante públicos de habla española". Otra contribución que se une a la del idioma es la utilización de instrumentos disparatados de su propia creación: los instrumentos informales. "Para este espectáculo estrenamos dos", explica Carlos Núñez, otro de los miembros del grupo. "El barriltono, que es un contrabajo fabricado con un gran barril que necesita que el músico se meta en su interior y, además, lleva ruedecitas para moverse, y el ferrocalíope, que es un órgano de vapor construido con silbatos de ferrocarril". Mundstock añade: "Este último es un instrumento muy potente, que no precisa amplificación, más bien desamplificación. No suena lindo, pero suena muy fuerte". Además de estos dos instrumentos, Les Luthiers utilizan muchos de los anteriores, incluso algunos de los primeros diseñados en su propio taller en el año 1965, como el tubofono silicónico cromático y el bass-pipe a bara. Les Luthiers gustan de llenar sus entrevistas con frases ingeniosas y divertidas, como queriendo llevar fuera del escenario a sus propios personajes y dejar en segundo plano el serio trabajo de composición, organización, interpretación y dirección de cada espectáculo. "¿Humor inteligente? No lo entiendo". Uno de los secretos de Les Luthiers es un tratamiento del humor siempre respetuoso, atemporal y apto para cualquier público y país, que se aleja bastante de los cauces por los que circula el humor actual. "Hay temas sobre los que hacer humor es imposible, por ejemplo el holocausto", afirma Carlos López Puccio. "Nunca nos metemos con personajes del momento, con gente que tenga nombres y apellidos. Creamos prototipos, pero sin cara ni nombre. Nuestros espectáculos huyen, además, de cualquier localismo y sirven para cualquier país de habla española, prácticamente no tenemos que retocar nada de un sitio a otro, alguna palabra a lo sumo". Johann Sebastian Mastropiero sigue siendo el compositor preferido de Les Luthiers, que se niegan a hacer giras de más de tres semanas para no permanecer alejados de sus familias,en Buenos Aires. El grupo acaba de editar en Argentina tres vídeos con espectáculos anteriores, y por ahora no piensan en nuevos discos (el último fue publicado hace siete años). "Tampoco queremos saber nada de televisión. Nos han hecho grandes propuestas, pero tardamos dos años en crear un espectáculo, hacer uno por semana no es para nosotros".

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