A Estudiantes le baja de las nubes el Caja San Fernando

A Estudiantes le abofeteó ayer ante los suyos un señor equipo, en el sentido más literal de ambos términos. Un botón vale como muestra: seis jugadores del Caja San Fernando lograron más de 10 puntos. Ninguno, ni Turner, pese a todas sus rarezas, fue por libre. Así resulta más fácil esto del baloncesto.Era un duelo entre dos invictos, dos conjuntos de altos vuelos. Tocó tierra Estudiantes. Y no le derribó su labor bajo los aros, que sigue siendo magnífica. Le perdió su precipitación y sus enormes dificultades para defender en la lejanía del aro.

Entre triple va y triple viene discurrieron los primeros minutos de un partido que nació frenético. Anderson Schutte, brasileño él, parecía una réplica del gran Óscar, salvando todas las distancias. Sus cuatro primeros lanzamientos, dos de ellos más allá del perímetro, vieron aro y ese estado de gracia, que luego se le contagió a Turner, mantuvo entero a un Caja San Fernando que sufría bajo los tableros.

Pagó cara Estudiantes la penuria anotadora de Thompson, que no fue capaz ni siquiera de lanzar a canasta en los diez primeros minuros. La primera mitad, que enseñó magníficos detalles, se resolvió sin apenas diferencias (39-40 en el descanso). Por haber tablas, las hubo incluso en el enfrentamiento entre Turner y Azofra.

Pero el Estudiantes regresó cambiado a la pista. Más que nada porque no fue capaz de conseguir más que 16 puntos en los 15 primeros minutos de la reanudación. Y entre el acierto de Schutte en la lejanía y el de Smith desde todas las distancias, los de Imbroda se escaparon con una pasmosa facilidad, siempre en equipo, siempre sabedores de lo que hacían.

Y ello, pese a Turner. Es y será el máximo anotador del conjunto sevillano. Porque lo intenta todo. Es, por decirlo suavemente, un jugador peculiar. Ayer cometió siete pérdidas de balón y capturó siete rebotes, una estadística que se antoja esquizofrénica cuando de un base se trata. Pero Azofra se dejó llevar por el ritmo anárquico del americano, mientras Thompson fallaba todo lo fallable. El momentáneo apretón que reflejó el marcador (58-62, m.16) no fue más que un espejismo. Turner pegó el balón a su mano derecha y así, acudiendo puntual y continuamente a la línea de tiros libres, puso grilletes a un duelo que acabó con un solo color. El sevillano.

Otros partidos: Caja Cantabria, 88; Pamesa, 100. Covirán, 88; León, 94. Unicaja, 97; Gran Canaria, 72. Cáceres, 73; Girona, 69.