Todos contra Baumann y Pinto

Sin los africanos, que bloquean de forma inmisericorde las carreras de fondo, los atletas españoles se encuentran con unas perspectivas inmejorables en la final de 10.000 metros, una distancia que en Europa tiene un carácter terrenal. Ningún europeo se puede acercar a los registros de los etiopes y kenianos, que han hecho un universo particular de esta distancia, de los 5.000 metros y de los 3.000 metros obstáculos. Los mejores especialistas europeos corren ahora mismo en márgenes muy parecidos a los de hace 20 años. Es decir, en la época en la que el británico David Bedford y el finlandés Lasse Viren dominaban la prueba. Luego llegaron el alemán Schildhauer, junto con los portugueses y los italianos. Apenas queda rastro de aquella época de esplendor, aunque las marcas realizadas en primavera por el español Fabián Roncero (27.14.14, 3º del ranking mundial) y el portugués Antonio Pinto (27.15.76, 4º del ranking) han devuelto cierta esparanza a los fondistas continentales.

Roncero, un atleta destinado al éxito en el maratón, no podrá competir en los Campeonatos de Europa. Una fractura de un dedo del pie le impide confirmar su condición de favorito, que queda en manos inciertas. Su ausencia ha abierto el cielo para el veterano alemán Dieter Baumann, campeón olímpico de 5.000 metros en Barcelona después de una distinguida trayectoria en los 1.500 metros.

Baumann ronda los 35 años, pero todavía tiene cierta autoridad en Europa. Baumann había evitado medirse con Roncero y anunció su participación en los 5.000 metros, pero la ausencia del atleta español le ha llevado a reconsiderar su postura, al menos según fuentes del equipo alemán. Aunque su participación no está asegurada, lo más probable es que Baumann participe en la final de 10.000, donde se encontrará con un número reducido de adversarios por la victoria: el portugués Antonio Pinto, que se encuentra en un estado perfecto después de correr en Zúrich los 5.000 metros en 13.04 minutos, y los españoles Bruno Toledo, Enrique Molina y Julio Rey.

Si la carrera sigue el guión previsto -un ritmo tranquilo y un poderoso 1.000 final-, las condiciones favorecerán a Bruno Toledo, cuya resurrección es una excelente noticia para el atletismo español. Atleta versátil, capaz de correr los 1.500 metros en 3.38 y los 3.000 en 7.43, el fondista asturiano dispone como Baumann de una buena velocidad en la última vuelta.

Los otros dos españoles -Enrique Molina y Julio Rey- son atletas curtidos, duros. Molina procede del 5.000, donde no ha encontrado plaza por la saturación actual en dicha distancia. Su paso a la prueba de 10.000 tiene algo de incierta. Sólo la ha disputado en una ocasión.