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BALONCESTO MUNDIAL DE ATENAS

A Yugoslavia sólo la para el "Dream Team"

Rebraca fue clave ante Rusia en un espléndido partido defensivo

Robert Álvarez

El Dream Team es el único capaz de parar la marcha imparable de Yugoslavia. La mejor Rusia vista en los últimos años no pudo anoche con el formidable despliegue táctico que de forma inapelable les da a los yugoslavos un sentido de la resolución en los momentos cruciales que no admite réplica. Fue el cuarto título Mundial para los yugoslavos que superan ahora a estadounidenses y rusos -antes URSS- en la cuenta de los oros. Yugoslavia, además, sólo ha perdido desde 1989 en esa final de los Juegos Olímpicos. Lo demás -y teniendo en cuenta sus tres años de ausencia a causa del embargo decretado por la ONU desde 1992 hasta 1994- ha sido oro: en los europeos de 1989, 1991, 1995 y 1997 y en los mundiales de 1990 y el que concluyó ayer en Atenas. Una marcha triunfal sin precedentes.El partido de ayer, igualado pese a que Rusia, en momentos puntuales, llegó a disponer de ventajas de siete puntos (21-28 y 35-42), lo decantó hacia el lado yugoslavo la capacidad de resolución de dos de sus jugadores: Djordjevic y Rebraca. En los tres últimos minutos (empate a 50) un triple y cuatro tiros libres del base del Barcelona le dieron aire a Yugoslavia que encontró una firme respuesta con otro triple de Kudelin y tres tantos de Panov. La cosa estaba en 57-56 cuando Mijailov entró con ímpetu bajo el aro. Entonces Rebraca le colocó un tapón. Topic lanzó dos tiros libres, pero falló el segundo (58-56 a falta de 25 segundos). Entonces surgió de nuevo la figura de Rebraca para recoger un rebote en ataque valió su peso en oro y que él mismo culminó con una canasta. El propio Rebraca acabó de dar el estoque final anotando dos tiros libres a falta de cuatro segundos.

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El partido consagró la tendencia al juego defensivo que impera en el baloncesto mundial y europeo en especial. Lo salvó la calidad intrínseca de los jugadores. No se cometieron apenas faltas personales y eso evitó las farragosas idas y venidas a la línea de tiros libres. Un alivio y una demostración de la técnica que se requiere para ello. Ganó Yugoslavia y lo hizo con todo mérito pero, sin algunas de sus estrellas como Danilovic o Savic, se echó de menos un poco más de generosidad en su juego. Los rusos opusieron una férrea resistencia pero ni Babkov ni Karasev pudieron anotar con la frecuencia que requiere su equipo para tener opciones al triunfo.

La medalla de bronce tuvo dueño desde los compases iniciales del partido en el que Estados Unidos arrolló a Grecia por 84-61. No hubo color. Los estadounidenses abrieron brecha nada más empezar y Grecia, muy remisa como siempre en ataque, no pudo hacer valer su mejor arma, la defensa. Sasser, que acabó la pasada temporada en el Caja San Fernando, anotó 23 puntos, mientras que Jimmy King sumó 14, Alexis, 12 y Oliver 11. Por el equipo griego los más efectivos fueron Papanikolau con 17 tantos y Kalaitzis, con 15.

Estados Unidos confirmó la jerarquía de la tripleta de medallistas en Atenas. Los tres han copado el podio de los últimos cinco mundiales, excepción hecha del de 1994 en el que, ausente Yugoslavia, Croacia fue bronce.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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