Javier Marías obtiene en Italia el Premio Mondello de literatura

"Parece que tengo suerte con mis traducciones", afirma el escritor

Un jurado presidido por el alcalde de la capital siciliana, Leoluca Orlando, otorgó el martes a Javier Marías el Premio Internacional Mondello de Palermo, en la sección mejor autor extranjero vivo, por su novela Mañana en la batalla piensa en mí. El Mondello, instituido hace 24 años, está dotado con ocho millones de pesetas. "Empiezo a creer que tengo suerte con las traducciones de mis libros", dijo ayer un Marías muy satisfecho.

El Mondello premia anualmente al mejor autor italiano (a juicio del jurado palermitano), a la mejor novela de un escritor extranjero, a la mejor obra poética e...

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Un jurado presidido por el alcalde de la capital siciliana, Leoluca Orlando, otorgó el martes a Javier Marías el Premio Internacional Mondello de Palermo, en la sección mejor autor extranjero vivo, por su novela Mañana en la batalla piensa en mí. El Mondello, instituido hace 24 años, está dotado con ocho millones de pesetas. "Empiezo a creer que tengo suerte con las traducciones de mis libros", dijo ayer un Marías muy satisfecho.

El Mondello premia anualmente al mejor autor italiano (a juicio del jurado palermitano), a la mejor novela de un escritor extranjero, a la mejor obra poética extranjera, a la mejor obra de un autor novel y a la mejor traducción de una obra extranjera. Los ganadores de esta edición se dieron a conocer el 7 de Julio, pero los premios no serán entregados hasta el 24 de octubre próximo.Mañana en la batalla piensa en mí, publicado en España en 1994, acaba de ser editado en Italia por Einaudi. A la presentación de esta edición italiana, celebrada en Roma en febrero pasado, asistió el propio Marías. El escritor defendió entonces la realidad de la ficción en la medida en que sólo existe lo que se cuenta, y el mundo es según lo cuenta cada uno. En Mañana en la batalla..., el lector se encuentra con la versión del narrador, Víctor Francés, capaz de crear una verdad propia.

Es la quinta vez que esta novela, que arranca con la muerte de una mujer casada en brazos de un hombre al que no le da tiempo a convertirse en su amante, resulta premiada. "La verdad es que se ha convertido en una especie de talismán", dice Marías, "aunque cuando salió aquí la crítica la recibió con luces y sombras".

Mañana en la batalla... comenzó su lista de distinciones con el premio Internacional Rómulo Gallegos y el Fastenrath de la Academia Española (1995), y en 1996 sumó el Juan de San Clemente y el Femina a la mejor novela extranjera en Francia.

Marías, nacido en Madrid en 1951, estaba ayer plenamente satisfecho por el nuevo reconocimiento. "Aparte de la dotación económica, que también es importante, parece que es un premio con bastante solera. Creo que Sciascia contribuyó a crearlo... Pero los premios son buenos o malos según los que los han ganado antes".

Bernhard y Heaney

Y en la lista de ganadores del Mondello no faltan autores muy del gusto de Marías. "Sobre todo Thomas Bernhard, Bioy Casares y el poeta irlandés Seamus Heaney". Además de estos, hay nombres como Saramago, Paz, Onetti, Oé, Kundera, Grass o Doris Lessing, pero el mero hecho de recibir un premio fuera de España es ya un motivo de satisfacción (a la vez que una invitación a ejercer la ironía) para el escritor: "Es que fuera siempre parece que lo que premian es el texto y nada más que el texto. Mientras que en tu país siempre conoces a éste o a aquel en el jurado, e incluso en el caso de que te beneficien, nunca sabes si han sido sinceros del todo...".Alguna vez se ha dicho, como un ataque, que la forma de escribir de Marías se parece a una traducción del inglés. Todas las veces él se tomó eso como un elogio. "Nunca fue una aspiración para mí escribir así, pero siempre he creído que traducir bien a Proust, por ejemplo, demuestra más capacidad artística que escribir diez novelas regulares en tu propio idioma".

Y ahora que el éxito llega, tardíamente, en Italia, después de hacerlo en otros muchos sitios (Corazón tan blanco va a ser traducido al japonés, y ya van 21 lenguas), el ex traductor Marías cree que es el momento de agradecer a sus traductores su trabajo. "Sí, por un lado he tenido mucha suerte con las traducciones", afirma. "Hay algunas, en inglés, italiano y francés, que he revisado siempre que me lo han pedido los traductores, porque me acuerdo de cuando yo traducía a Conrad, o a Yates: hubiera dado dinero por consultarles las dudas. Pero las que no controlo en absoluto, como el alemán o el esloveno, parece que también funcionan bien... Por otro lado, hay escritores muy difíciles de traducir y otros que, cuando te montas en su ritmo, en su música, te vienen dados...".

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