20.000 alemanes llegaron a Lens sin entradas
Por la mañana habían llegado unos 20.000 alemanes sin entradas. A la mayoría les hicieron ver el partido en pantallas gigantes. La policía identificó a 750 hooligans en Lens. Los disturbios empezaron por la mañana con lanzamiento de botellas a la policía y de mesas de los bares. Destrozaron un café. A mediodía, las calles estaban llenas de cristales rotos que hacían imposible andar. Después del partido, un grupo de aficionados agredió a cuatro policías en un control. Entre esos cuatro policías estaba el agente herido, según la agencia alemana DPA. Uno de los coordinadores de los viajes, Thomas Schneider, acusó a la policía de haber provocado los disturbios al haber escenificado un despliegue espectacular para los medios de comunicación. Algunos aficionados mostraban carteles contra Platini y el Comité de Francia 98. En ellos se leía: "No tickets, merci Platini". En una de las pantallas gigantes se suspendió la transmisión. La mayoría de los aficionados que provocaron los disturbios habían llegado de Renania Westfalia. El ministro alemán del Interior, Manfred Kanther, había ordenado controles en las fronteras para evitar la salida de hinchas violentos. El fenómeno de la violencia en el fútbol fue preocupante en Alemania en los años ochenta pero se había reducido bastante. Últimamente se habían detectado intentos de infiltración de grupos neonazis en las hinchadas pero sólo habían tenido éxito en un club, el Hansa Rostock. Con la selección hubo problemas durante la Eurocopa del 88 y en el Mundial de Italia, en enfrentamientos con hinchas ingleses.
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