El Principal de Valencia estrena una obra de Alberto Miralles

Alberto Miralles es un combativo hombre de teatro, formado en los años del teatro independiente como autor y director, que ofreció tempranamente, con su Cátaro-Colón, una afilada sátira sobre los méritos del Descubrimiento, que él siempre consideró sencillamente como brutal conquista de América. Ha seguido en la brecha desde entonces, aunque su presencia en los escenarios haya sido intermitente, debido a las características críticas de su teatro, y viene ahora al Principal de Valencia para cerrar la temporada en esa sala con Píntame la eternidad (manzanas azules, higos celestes), que podrá verse desde el 28 de mayo hasta el 7 de junio. La obra, ya bastante rodada por otros escenarios, cuenta con la dirección de Gerardo Malla, quien también interviene como actor junto a Manuel Galiana, Cipriano Lodosa y María Carmen Martínez. Dotado de un lenguaje teatral que algunos especialistas consideran situado entre Valle-Inclán y Francisco Nieva, Alberto Miralles propone aquí una reflexión de cierto calado sobre las siempre problemáticas relaciones entre los poderes públicos y la creación artística, desde la hipótesis de que todos los poderes de este mundo utilizan al artista para su propio provecho. Un asunto de esta clase se representa en esta obra mediante el conflicto entre un Papa y un pintor, cuyas relaciones oscilan entre lo tormentoso y lo cómico.