Beltrán: "Todos querían que Cúper siguiese en el Mallorca"

La prueba de lealtad a que fue sometido Héctor Cúper duró dos meses y medio. En la jornada 27 de la Liga, el entrenador del Mallorca casi había cumplido con la condición exigida por su presidente para renovar contrato con el club: la permanencia matemática en Primera División. El técnico argentino tuvo que esperar a obtener un subcampeonato de Copa del Rey, colocar a su equipo en la recopa de Europa, y aspirar en la última jornada a alcanzar la segunda plaza de Liga de Campeones. Sólo entonces, ayer jueves, 14 de mayo, el presidente del Mallorca, Bartolomé Beltrán, anunció la renovación de Cúper por una temporada más (hasta el 30 de junio de 1999). "Todo el mundo quería que Cúper continuara", explicó Beltrán, "porque con él al frente del equipo hemos realizado una temporada extraordinaria". La derrota frente al Real Madrid en el Bernabéu (2-0), el 2 de marzo, no ensombrecía una campaña sorprendente. Era la jornada 27 y Cúper había colocado al Mallorca -con 41 puntos- a un solo punto de la permanencia matemática. El Mallorca venía de ascender. Había sido conformado, en su mayoría, por jugadores descartados por el Valencia. Todo habría hecho suponer una renovación inmediata, pero el presidente mallorquinista tenía argumentos en contra: "El cuerpo técnico tiene todas las posibilidades para renovar". Eso sí, sólo por un año más. "Esa es la política de nuestro club, nos proponemos un proyecto y si se cumple renovamos, pero sólo por un año. Porque yo siempre digo que Cúper es más que familia pero menos que un amigo". Imposición de criterios Beltrán impuso sus criterios de incredulidad hasta las últimas consecuencias. Ya en la temporada anterior, había destituido de forma fulminante a los entrenadores Víctor Muñoz y Pichi Alonso cuando el Mallorca lideraba la Segunda División con tres puntos de ventaja. Su argumento: "pérdida de confianza" en el cuerpo técnico, entre otras consideraciones como haber actuado "con la mano en el corazón" y comprender que "mucha gente" no iba entender la destitución. Tampoco fue muy comprensible que se prolongara tanto la renovación de Cúper. Para conseguirla, reconoció Beltrán, el entrenador "tuvo que hacer un sacrificio económico". La renovación se extiende a sus dos ayudantes, los también argentinos Eduardo Bacigalup, segundo entrenador, y Juan Manuel Alfano, preparador físico. Cúper llegó al Mallorca procedente del Lanús y el Huracán, a los que dirigió durante cuatro años en la Primera División de la Liga Argentina. Su forma de ver el fútbol, más allá de toda doctrina, es una apuesta por la claridad. De sus equipos exige un "equilibrio" basado en la generosidad para defender de todos los jugadores, y gusta del contraataque como principal arma ofensiva