Tarde de concesiones en la liga

El Madrid conserva la ventaja. Sudó en Mérida, soportó las maneras del equipo más violento de la categoría, tuvo, la derrota cerca, pero al final arañó un empate. Y le vale. Porque sigue segundo con la misma diferencia de puntos, dos, sobre el tercero. No es mal premio para un equipo que desde hace tiempo anda desubicado por el campeonato, con la cabeza puesta en otra parte, en la final de la Copa de Europa del día 20.

La batalla por la UEFA sigue abierta. Por ahí, la jornada bendijo al Athletic, que arañó un empate sabrosísimo de Balaídos (1-1) y se pone con 58 puntos al frente del grupo. La Real (55) puede igualarle si hoy vence al Deportivo. El Celta se queda con, 56, los mismos que enseñan el Mallorca y el Betis tras la victoria verdiblanca del sábado en el Villamarín. Los grandes perjudicados en el duelo por Europa fueron el Valencia, que enterró sus opciones en Santiago (3-1), y el Atlético, que regaló un empate ante el Tenerife (2-2) cuando ya tenía atrapada una victoria que, eso sí, tampoco había merecido. Los levantinos se quedan con 51 puntos, ya muy lejos, y los madrileños, con 54, de nuevo sin plaza UEFA. Más allá del resultado, la imagen ofrecida es lo que obliga a los rojiblancos a pensar con pesimismo.

Por abajo, la cosa arde. Y el que más se quema es el Oviedo, que parece empeñado en acompañar a su vecino asturiano, el Sporting, en su caída a Segunda. Perdió en el Tartiere ante el Valladolid (0-1) y se dejó alcanzar a 37 puntos por el Mérida y el Compostela. Y en la última jornada visita San Lázaro. Cogió mucho aire el Salamanca, que goleó al Sporting (4-0). Tiene 41 puntos, los mismos que el Racing, que perdió en Zaragoza (2-0). El punto que sumó el Tenerife en el Calderón le libra por ahora de la promoción. Tiene 38 puntos.

Quedan tres jornadas para la conclusión del campeonato y, salvo el título, todavía faltan muchas cosas por decidir. Sólo seis equipos están de más, sin nada por lo que pelear (Barcelona, Valencia, Espanyol, Deportivo, Valladolid y Zaragoza). Los demás, están metidos hasta el cuello en alguna pugna. La Liga sigue viva.