Garmendia brilla en un Critérium que se adjudica Christophe Moreau
Aitor Garmendia, el corredor del Banesto que se sentía en tan gran forma que no excluía ganar el Critérium Internacional, se levantó ayer deprimido. Un despiste, un error táctico, un no estar delante en el momento en que Eugeni Berzin desplegó su abanico en la etapa llana del sábado, le había costado la carrera al guipuzcoano. Sabía que eran insuperables los casi dos minutos perdidos por todo el pelotón ante el grupo de 15 en que marchaban parte de los grandes favoritos. Lo sabía. Y aun así, deprimido y todo, brindó en la doble cita de ayer (etapa de montaña por la mañana y contrarreloj por la tarde) una actuación a la altura de su gran nivel: entró con los mejores en la ascensión al Pic de Nore (a cinco segundos del ganador, el casino Rodolfo Massi) y a punto estuvo de ganar la contrarreloj (segundo, a 10 segundos del ganador de la etapa y de la general final, el festina Christophe Moreau).Moreau, un espigado corredor de 27 años, con cuerpo de contrarrelojista (1,86 de altura y 73 kilos), estaba considerado hasta ayer como uno de los supergregarios del Festina, un lugarteniente de predilección de Richard Virenque que había logrado terminar l9º en el último Tour. A partir de su espléndida victoria, será uno más de la constelación de estrellas que forman el Festina Dream Team (Virenque, Zülle, Dufaux, Brochard), también conocida como la banda de Roussel, su director e ideólogo. El ciclista francés fue el único que superó todas las cribas: fue de los 15 del abanico, estuvo entre los cuatro de los 15 (con Rebellin, Hamburger y Julich) que entraron con los primeros en la montaña (entre ellos también estuvo Santi Blanco), pero marcó la diferencia fundamental en la contrarreloj. El toledano Rafael Díaz Justo (ONCE) fue el mejor español, 10º: entró en el abanico, pero no en la selección de la montaña. Garmendia concluyó 13º y Aitor Osa (Banesto) 20º. El belga Johan Museeuw, por su parte, cubrió un excepcional fin de semana flamenco (ganó el GP E3 y la Flecha Brabanzona), a una semana de la gran cita de la Copa del Mundo: la Vuelta a Flandes.
