Tan aceptables como los fármacos

La Sociedad Española de Biotecnología (SEBIOT) está a favor de los alimentos transgénicos y el año pasado publicó en ese sentido un Libro Verde de la Biotecnologia en la Agricultura. "Los alimentos transgénicos tienen iguales controles que los fármacos", dice Armando Albert, presidente de SEBIOT y profesor de Investigación en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. "Lo que ocurre es que soIcialmente estos productos aún no se han aceptado, mientras que nadie pone inconvenientes a la biotecnología aplicada a la farmacia".

Albert achaca parte de la responsabilidad en...

La Sociedad Española de Biotecnología (SEBIOT) está a favor de los alimentos transgénicos y el año pasado publicó en ese sentido un Libro Verde de la Biotecnologia en la Agricultura. "Los alimentos transgénicos tienen iguales controles que los fármacos", dice Armando Albert, presidente de SEBIOT y profesor de Investigación en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. "Lo que ocurre es que soIcialmente estos productos aún no se han aceptado, mientras que nadie pone inconvenientes a la biotecnología aplicada a la farmacia".

Albert achaca parte de la responsabilidad en esa desinformación a las empresas. "Han tenido Más prisa en obtener los permisos que en advertir claramente a la población de la inocuidad de los alimentos transgénicos", señala. "Por eso no me parece mal que los productos lleven etiqueta: así la gente se orienta".

Los controles científicos y legales que se ejercen sobre los alimentos transgénicos son mayores que con las plantas normales, asegura Albert. "Se verifica que la transformación genética que se introduzca en la planta sea una concreta y no otra, y asimismo, que sea permanente. Por supuesto, tiene que no ser perjudicial para el medio ambiente y para la salud. Por ejemplo, en el caso del aceite de soja transgénica, tiene que quedar demostrado que es igual al aceite de soja natural".

Albert rechaza que Estados Unidos fabrique maíz o soja transgénicos sólo para la exportación: "Allí, cuando un producto ha pasado los controles medioambientales o sanitarios, ya no se pregunta si es o no transgénico: puede venderse, dentro o fuera, y ya está. Por tanto, ellos exportan, simplemente. La UE, por su parte, tiene sus controles y su ritmo legislativo, lo cual lleva a casos como el de que el maíz transgénico se pueda importar, pero no plantar, salvo en Francia".