Canadá golea a EE UU y Lazutina gana su tercer oro
Estados Unidos sigue tocando fondo en los Juegos y la goleada, 4-1, que sufrió ante Canadá en hockey hielo fue la peor herida. Menuda revancha de la pasada Copa del Mundo. Canadá fue superior, porque supo montar sus ataques mortíferos oportunamente, basados en una tremenda defensa con su grandísimo portero Roy. Marcaron Zamuner (Tampa Bay), Primeau (Carolina), dos, y Sakic (Colorado). La magia de Gretzky, la estrella de los New York Rangers, apareció como un regalo del gran deporte en el primer gol. Su asistencia a Zamuner con una suavidad de genio en un juego tan de choque, pero en el que él parece pasar de puntillas, fue la guinda del fenomenal partido.En el siguiente, no menos intenso, otro guardameta de excepción, Hasek, el mejor de la pasada temporada de la NHL, algo nada habitual, permitió a la República Checa resistir primero y aprovechar una exclusión de un jugador de Rusia para marcar en el segundo período Reichel (New York Islanders). Pero la fría máquina rusa asestó dos auténticas puñaladas en sólo unos segundos al principio del tercer tiempo por medio de Valeri Bure (Montreal) y Zhamnov (Chicago), y ganó por 2-1.
Los otros dos ricos en profesionales, Suecia y Finlandia, golearon a Bielorrusia, 5-2,1 y Kazajistán, 8-2.
Rusia, precisamente, continuó ayer sacando renta del esquí de fondo femenino y del patinaje artístico para ser aún más líder del medallero con ocho títulos. La pareja de danza Pasha Grishuk y Evgeny Platov volvían a encantar como en los mejores tiempos de los británicos Jane Torvill y Christopher Dean, y la esquiadora Larissa Lazutina sumaba su cuarta medalla, tercera de oro, tras las de 5 y 10 kilómetros individuales, al hacer el último relevo de los 4 x 5 kilómetros femeninos. Aún podrá sumar un título más en los 30 kilómetros para hacer historia.
Nina Gavryliuk, Olga Danilova, la ganadora del primer día en los 15 kilómetros ante Lazutina, y Elena Vaelbe, la más laureada del pasado, pero que ha fracasado individualmente aquí, hicieron las postas anteriores siempre en cabeza, salvo Danilova, que se dejó pasar apenas un segundo por Noruega, plata segura también.
La emoción estuvo en el bronce, donde la mejor italiana, Stefania Belmondo, hizo el mejor tiempo de todas las participantes y en una persecución espléndida dio caza nada menos que a rivales de seis países (Suiza, Alemania, Checoslovaquia, Finlandia, Suecia y Ucrania) en un último relevo histórico.
La veterana y gran reina de Lillehammer, Manuela di Centa, ya en su despedida, también colaboró eficazmente al rebajar tres puestos en el tercer relevo. Italia empezó 14 a y acabó tercera. Fue una pequeña victoria de bronce para un país, cuya actuación aquí, si no lo arreglan Tomba o Deborah Compagnoni, va a ser la cruz de la cara de oro de hace cuatro años.
Y en los 1.500 metros de patinaje de velocidad femeninos, sorpresa y disgusto para la canadiense Catriona Lemay-Doan. No, sólo perdió su récord mundial de 1.57.87, por 29 centésimas a piernas de la holandesa Marianne Timmer, sino que se hundió al 13º puesto. Timmer pudo incluso con la gran alemana Gunda Niemann, ganadora de los 3.000 y ayer plata.
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