El Valencia amenaza a Van Gaal
El equipo de Ranieri se enfrenta por tercera vez consecutiva al Barça
Envuelto en una gran subida de autoestima, el Valencia se presenta amenazante esta noche para la estabilidad de Louis Van Gaal en el banquillo del Barcelona (Autonómicas y La 2, 21.30 horas). Por tercera vez consecutiva en una semana, Valencia y Barça vuelven a verse las caras, en esta ocasión con la superioridad moral del Valencia, que remontó un 3-0 el pasado lunes en Liga en el Camp Nou, y con la crisis que se ha abierto en el banquillo azulgrana, donde apenas consiguen apagarse los distintos frentes del incendio. Pero el Barcelona también llega herido a Valencia y su reacción resulta imprevisible. Mestalla ofrecerá un lleno histórico. El grupo de Ranieri tratará de superar un 2-1 adverso del partido de ida.
El morbo acosa al Barça. Los azulgrana, muy afectados por la traumática derrota del lunes, viajan a Mestalla al borde del colapso. La fuga de ocho puntos en media hora ante Salamanca, Real y Valencia han dejado al grupo muy compungido. Louis Van Gaal dijo que estaba muy habituado a sortear la presión -"La viví en el Ajax y en noviembre pasado cuando perdimos tres partidos seguidos"- pero expresó su temor de que algunos futbolistas no la soporten. "Más que deportivo, tenemos un problema psicológico. No sé si mañana [por hoy] se volverá a repetir. Habrá que esperar al final del partido", dijo. Pero, en cualquier caso, el holandés ya avisó que contempla recurrir a psicólogos: "Ya lo hecho alguna vez y si me decanto no tengo por qué hacerlo público".
La expedición azulgrana, integrada por 18 jugadores, viajó ayer a Valencia con el deseo de enterrar el ridículo y dejar de ser el hazmerreir. Sabe el Barca que tendrá que jugar dos partidos: uno contra sí mismo y otro contra un rival cada vez más confiado y crecido. Van Gaal recurrió ayer a la veteranía de Nadal y Amor, pero se dejó en casa a Stoichkov, el viejo ídolo que provoca la hilaridad de una grada cada vez más huérfana. El búlgaro salió del vestuario hecho una furia. No dejó títere con cabeza: atacó a sus compañeros recién llegados, al entrenador y al presidente. "Falta un líder en el campo. No tenemos un líder importante. Nunca creo en el sistema, para mí, no existe. Los jugadores son el único sistema. El Dream Team no tenía y jugaba de rnemoria". No se detuvo ahí: "Ni el entrenador ni el presidente pueden sacar esto. Somos nosotros. Hay futbolistas que han venido aquí y tienen que sacar esto adelante. No sólo los dos o tres veteranos. Hay jugadores que tienen más peso, que no van ni convocados y juegan los minutos finales. Más abajo no podemos. Hemos tocado fondo. Y la afición que esté traquila porque esta Liga está en nuestras inanos".
Van Gaal debía estar tomando el tren -el Barça optó ayer, por primera vez en muchos años, por ese transporte- cuando el búlgaro encendió la mecha en el vestuario. Ayer, estaba tranquilo. El holandés aseguró que los futbolistas confiaban en su esquema y que existía una buena comunicación. Sólo matizó una declaración. El entrenador se exculpó el lunes de la derrota al decir que tenía las manos atadas. Tras el malestar causado en el vestuario, Van Gaal buscó la reconciliación: "Tienen razón [los jugadores]. Hay que compartir las cosas. Soy el último responsable de lo que ocurre. Cuando ganan, gano; y cuando ellos pierden, pierdo también yo. Otra cosa es que yo no pudiera saltar al césped y ponerme a jugar. Y el ambiente del vestuario es bueno. El mismo del primer día".
Después de un par de años de crisis interminable, un partido, un sólo partido parece haberlo cambiado todo. El valencianismo se levantó el pasado martes con la autoestima disparada, la euforia en plena expansión y una gran sensación de alivio. Por fin una gran alegría. La hinchada ha encontrado un. buen motivo para seguir acudiendo a Mestalla.
Alineaciones
Barcelona: Hesp; Reiziger, Abelardo, Bogarde; lván de la Peña, Luis Enrique, Celades, Sergi; Figo, Rivaldo y Anderson.
Valencia: Zubizarreta; Anglorna, Cáceres, Djukic, Soda, Carboni; Farinós, Milla, Mendieta; Illie y Claudio López.
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