Plata para Meca
El español termina segundo en los 25 kilómetros en aguas abiertas en los Mundiales de natación de Perth
, David Meca hubiera tocado ayer las estrellas nadando, pero como en las carreras de fondo hay que guardar las fuerzas para el trecho que queda por delante, se conformó con ser subcampeón del mundo en la prueba de 25 kilómetros en aguas abiertas. Eso de momento. Su medalla de plata, la primera que consigue España en los Mundiales de Natación que se celebran en Perth, no es la culminación de una trayectoria, sino la llamada a la puerta de la gloria de alguien que se sabe elegido. Su carrera fue una combinación perfecta de inteligencia, talento y coraje que duró cinco horas, siete minutos y 22 segundos. Sólo la experiencia del ruso Alexei Akatiev pudo con él. Pero a Akatiev nunca se le había acercado tanto nadie.Meca había planeado su prueba cuidadosamente: iría tranquilo en los primeros 10 kilómetros y después comenzaría a tirar progresivamente. El planteamiento no podía ser más fácil, lo difícil era resolverlo. Y lo hizo con la maestría de los grandes. Desde el principio de la prueba hasta el kilómetro 13 se mantuvo en la duodécima posición, aclimatándose al ritmo y reservando fuerzas. A partir de ahí, arrancó el motor de los pies y comenzó a comer posiciones. Cinco kilómetros después era quinto. La furia de aquel arranque hacía temer que no le quedaran fuerzas para acabar, pero Meca ya era consciente de su poderío.
"Cuando pasé al nadador que iba cuarto me vi muy fuerte. Luego pasé al segundo y me di cuenta de que él se estaba muriendo, y yo en cambio iba nuevo. Estaba a tope, sobrado. Sabía que iba a ser plata", dijo. La buena forma de este nadador nacido en Sabadell (Barcelona) hace 24 años se había visto clara el miércoles, cuando se tiró a probar el agua en los cinco kilómetros y quedó quinto. Pero él sabía que su explosión iba a tener lugar hoy. "Estaba muy bien de forma y tenía muchas cosas en juego. Lo único que hay que mantener en esta prueba es la entereza mental. Tienes que tener la capacidad de medir el ritmo, no venirte abajo y tirar al final, pero yo he trabajado muy duro para controlar esto. Ahora no iba a dejar que se me escapara".
Las condiciones de la carrera no fueron demasiado malas. El día amaneció nublado, sin viento pero con una corriente que permitió que los tiempos fuesen buenos. El ruso Akatiev paró el cronómetro en cinco horas, cinco minutos y 42 segundos, cuando se esperaba que la duración de la prueba fuese de cinco horas y media. Tampoco los tiburones presentaron problemas. "Lo peor han sido las medusas. Había muchas y te picaban bastante. Por lo demás, confieso que lo he pasado mal cada vez que veía una sombra, porque aquí sabes que hay tiburones, pero ha habido suerte y no se ha presentado ninguno", comentó.
Los tiburones y las medusas son una anécdota al lado de la dureza de una prueba de 25 kilómetros. Meca se dejó ayer cuatro de los 63 kilos que pesa en su hazaña, y bebió casi cinco litros de agua en todo el recorrido. La persona que lo acompañó en la barca de apoyo fue el holandés Hans van Goor, un fondista experimentado que tiene actualmente en su poder el récord del mundo en la travesía del Canal de La Mancha. "Hans me ha ayudado muchísimo, me ha orientado en todo momento y me ha dado mucho ánimo. Le estoy muy agradecido". Van Goor es una de las personas a las que Meca ha dedicado su medalla de plata. Los demás destinatarios dela dedicatoria son su familia y su entrenador en California, Mark Schubert. "Ésta es una disciplina muy dura y es fundamental poder apoyarte en alguien. Ésas son las personas que han confiado en mí y con ellas me apetece compartir la recompensa", dijo.
La medalla no sólo le va a darprestigio. También le va a servir para afianzarse en el circuito profesional de gran fondo, en el que participa desde hace un año. "Antes de la competición recibí la llamada de unos patrocinadores estadounidenses que estaban interesados en mantener una reunión conmigo. Supongo que con la medalla colgada, la reunión será más fácil", se ríe.
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