EL PRÍNCIPE CARLOS PREFIERE EL TREN

El príncipe Carlos de Inglaterra considera que el tráfico es tan complicado en Londres durante las horas punta que prefiere utilizar el tren como cualquier ciudadano. Según publicaba el periódico The Daily Telegraph el pasado viernes, el heredero de la Corona británica decidió tomar un tren desde la estación londinense de Saint Pancras para trasladarse a Chesterfield (centro de Inglaterra), donde tenía previsto asistir a un compromiso privado, para evitar los atascos de la autopista. El príncipe, acompañado por dos guardaespaldas, se subió a un vagón de primera clase ante la sorpresa de los viajeros. Un portavoz de la Midland Mainline, la compañía ferroviaria que cubre el servicio entre Londres y Chesterfield, indicó que el precio del billete que Carlos debió pagar es de 56,50 libras esterlinas (unas catorce mil peseas). Aunque los miembros de la familia real británica utilizan con frecuencia los vuelos regulares para desplazarse al extranjero, por razones de seguridad e intimidad optaban, hasta ahora, por el automóvil en desplazamientos dentro del país. La decisión del príncipe coincide con la incertidumbre que existe sobre el futuro del tren real, que hace las veces de hotel y oficina para los miembros de la familia real cuando asisten a compromisos oficiales, con unos costes de mantenimiento de 2,5 millones de libras al año.-