Un voluntario de Cruz Roja evita posibles víctimas en un atentado de ETA en Granada
"Me confundieron con un loco o con un borracho. Empecé a llamar a los pisos para que la gente saliera a la calle". Así explica José Antonio Sola, de 22 años, voluntario de Cruz Roja, cómo impidió en la madrugada de ayer una posible matanza de ETA en Granada. José Antonio descubrió que el coche de su novia tenía una luna rota y decidió investigar. Así descubrió un vehículo con lanzagranadas y 10 kilos de amosal preparado para un atentado. José Antonio detuvo el tráfico, avisó a los vecinos y, aunque los terroristas hicieron estallar el coche para no dejar huellas, no hubo víctimas; sólo él y un policía resultaron heridos leves.
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