"Me desnudé para divertirme

"Soy naturista. Me desnudé para divertirme. Me gusta hacer lo, pero sin molestar ni herir la susceptibilidad de nadie". Pedro Paradela, de 37 años, el streake que irrumpió sobre el césped del Camp Nou el pasado domingo mientras se disputaba el partido Barça-Betis, trabajó ayer con toda normalidad en el almacén de material eléctrico de Cornellá Es naturista y admite que ya se había desnudado en alguna ocasión mientras cantaba con el grupo Los Calmaos, con el que también toca la guitarra.La Comisión Antiviolencia que celebrará mañana su sesión semanal con el informe del coordinador policial sobre la mesa, da por hecho que se le sancionará por invasión del terreno de juego con una multa grave. Según lo estipulado en la Ley del Deporte, el abanico es amplio: de 100.000 pesetas a cinco millones. La ley no contempla, según las mismas fuentes, ningún agravante por el hecho de que el espontáneo fuera sin ropa. El club, por no poder evitar que alguien se desnude, no será multado.

Seguramente Pedro, que pagó 5.500 pesetas por una entrada del gol norte, ya se lo temía. El domingo, después de que se quitara la camiseta, sus pantalones cortos negros y un tanga, que dejó junto a una bolsa de deporte bajo su asiento, y de haber recorrido el césped del Camp Nou a lo ancho hasta que se plantó en las inmediaciones de los banquillos, varios agentes de seguridad le rodearon y uno le tomó del brazo. Y mientras le conducían a los vestuarios, un policía le comunicó: "Esto te va a costar entre medio millón y dos millones". No fue difícil averiguar su identidad, el hombre, que vive en Barcelona, vestía sólo unas zapatillas blancas y un calcetín azul y otro grana. Bajo ellos ocultaba, respectivamente, su carné de identidad y la entrada correspondiente a su asiento, aunque él se situó en una zona preferente, a tres filas del césped.

Ayer, Pedro Paradela volvió a explicar su peripecia: "Fue por propia iniciativa. Nadie me pagó. Voy por libre. No soy socio, pero sí del Barça. No me fue muy difícil entrar en el campo. Una vez allí, sólo tuve tiempo de correr hasta el centro. Sólo me fijé en Luis Enrique. La verdad es que no sabía qué hacer y me fui al túnel de vestuarios".

El streaker añadió: "Muchos amigos me vinieron a buscar a la comisaría. La policía se portó muy correctamente. Luego me fui a la Rambla para comprar los diarios".