Sanz: "Habrá que llamar imbécil a Núñez"

La guerra del palco entre el Real Madrid y el Barcelona no se trasladó al baloncesto. Salvador Alemany, directivo azulgrana, acudió al Palacio de Deportes madrileño, y se sentó junto a Lorenzo Sanz. Nada ocurrió. Todo fueron buenas maneras. La razón, según Sanz, hay que buscarla en la diferencia de talante entre Alemany y otros directivos del Barça: "Alemany es un caballero, no como Núñez o Gaspart. Podrían aprender de él".Inmediatamente volvió a recordar lo ocurrido en el Camp Nou. Y no precisamente en tono conciliador. "Ya entiendo porqué no quieren ir allí los presidentes del Tenerife, del Athletic y del Atlético. Se pasa vergüenza. Las relaciones del Madrid con el Barça están totalmente rotas. Que se queden con su equipo y con su estadio". '

Cuando se le preguntó a Sanz si no había llegado la hora de suavizar el tono de las declaraciones, el presidente blanco se defendió así: "Que algún medio de comunicación me demuestre que en los últimos cuatro meses yo he hablado del Barça sin que lo hubieran hecho ellos antes sobre el Madrid. Ocurre que si te llaman imbécil en su casa, en la tuya y en la calle, pues va siendo hora de decirle a Núñez o a quien sea que el imbécil es él".

Sanz presumió de su comportamiento en todos los palcos que ha visitado. Y aseguró que en ninguno había tenido, hasta el sábado, el más mínimo problema, "y llevo once años viajando con el equipo" matizó. "Nadie me verá hacer siquiera una mueca pase lo que pase en el césped. Lo que sentí en el Camp Nou no lo había sentido nunca. Incluso al acabar el partido Gaspart se vino a por mí. Histérico. Pero ni siquiera le miré. No me interesa un personaje como él, que necesita urgentemente un psiquiatra. No le di la mano porque no me lo encontré. Y si hubiera ocurrido habría sido desagradable. Sobre todo porque me hubiera tenido que ir a lavar la mano".

Desveló Sanz que, tras el partido de la primera vuelta en el Bernabéu, Gaspart le había escrito una carta. "Era de felicitación por el comportamiento que tuvimos con él. Tras lo ocurrido el sábado, yo nunca podría hacer lo mismo. Quizá ahora pierden tanto los nervios porque tienen que recuperar algo que han perdido hace tiempo. Y lo quieren conseguir a base de manifestaciones y comportamientos que no son adecuados".

El presidente madridista reconoció que los dirigentes tenían mucha responsabilidad sobre lo que había ocurrido en el césped del Camp Nou. "Es posible que esa violencia la generemos nosotros", dijo. "A mí me encantaría que a todos los directivos nos hicieran el control antidopaje en los partidos. Yo sólo bebo agua. Gaspart habla sobre la dureza de los jugadores del Madrid. Y yo no he dicho nada acerca de un escupitajo de Stoichkov. Quien al parecer hizo un gesto contra mí al final del partido. Pero en fin, prefiero no contestarle. Yo no hablo de ex jugadores".