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Reportaje:

Jugar tiene sus riesgos

El Defensor del Pueblo denuncia las deficiencias y el elevado número de accidentes en parques infantiles

La tasa de mortalidad infantil española por accidentes en los ámbitos domésticos y de ocio, un 9,8 por 1.000 entre niños menores de 14 años, es la más alta -casi un punto por encima de la media- de la Unión Europea, según informó ayer el defensor del pueblo, Fernando Álvarez de Miranda, en la presentación de un estudio sobre los parques infantiles. En el informe, realizado por el Unicef y la Fundación Desarrollo y Educación (Funcoe), se observan graves deficiencias en parques municipales de Santander, Palma de Mallorca, Cáceres, Tenerife, Navarra, La Rioja y Cádiz.Los parques infantiles españoles no son todo lo seguros que deberían ser. Así lo atestiguaron ayer el defensor del pueblo, Fernando Álvarez de Miranda, el Unicef y la Fundación Cooperación y Desarrollo (Funcoe) al presentar un informe sobre la seguridad e higiene que ofrecen los espacios infantiles de recreo en España. "Los parques fallan bastante en las zonas de seguridad, y comparados con otros países, la diferencia es muy grande", lamentó la presidenta de Funcoe, Purificación Llaquet. "Aunque haya algún parque digno de mención, los parques infantiles son manifiestamente mejorables", precisó Álvarez de Miranda.

Las deficiencias más importantes son: accesos difíciles; barreras arquitectónicas complicadas para los niños con minusvalía; materiales como el hierro, que se oxida, y cementos que no amortiguan las caídas; ausencia de centros sanitarios de cura de primera urgencia y falta de personal que ejerza labores de vigilancia. "Cualquier defecto que entrable un riesgo para el niño es grave", señaló el presidente del Unicef, Joaquín Ruiz-Giménez.

El estudio del Defensor del Pueblo, que analiza la situación de los espacios infantiles de 34 municipios españoles, urge a 10 de ellos a subsanar graves deficiencias: Santander; Palma de Mallorca; San Cristóbal de La Laguna, en Tenerife; Cáceres y Trujillo, en la misma provincia; Estella, Tudela y Pamplona, en Navarra; Haro, en La Rioja, y El Puerto de Santa María, en Cádiz. Álvarez de Miranda se quejó de tres ayuntamientos que ni siquiera atendieron su solicitud: Las Palmas de Gran Canaria, Elche y Santander.

El estudio recomienda homologar los juegos y el entorno de los parques infantiles. Y pide que, de no prosperar los trabajos de normalización del Comité Europeo, debería aprobarse en España una normativa, de obligado cumplimiento, que garantice la seguridad e higiene de las áreas infantiles y su mantenimiento continuado.

El caso más sangrante que refleja el informe ocurrió en el parque de Nicolás Salmerón, de Almería. Una niña de nueve años jugaba subida a una caseta sobre bloques de cemento con sus aristas desguarnecidas. La escalera de descenso estaba cortada, pero se permitía a los niños subir encima. La niña se cayó, se rompió el bazo y, a pesar de someterla a una rápida intervención quirúrgica, hubo que extirparle el bazo y le han quedado graves secuelas, según relata el informe del Defensor del Pueblo. El Tribunal Supremo, en sentencia del 24 de marzo de 1995, ratificó la condena al Ayuntamiento de Almería a indemnizar a la niña con 8.293.239 pesetas por los daños.

Sólo unos días después, el mismo tribunal dictó otra sentencia similar, en este caso contra el Ayuntamiento de La Coruña, al que condenaba a pagar una indemnización de 500.000 pesetas por las lesiones sufridas por una niña en el parque de Santa Margarita al deslizarse por un tobogán. La separación de la pista de deslizamiento, de más de un metro, provocó que la niña quedara prendida y enganchados los dedos de su mano derecha.

El informe no se limita a describir el descuido de los parques infantiles. Aporta abundante documentación gráfica. Aunque las cifras de accidentes no son alarmantes, el Defensor advierte de la necesidad de favorecer la concienciación para prevenirlos y evitarlos al máximo. No hay normas de seguridad establecidas. Muchos están ubicados junto a las calzadas, lo cual supone un riesgo añadido. Se han retirado las fuentes, alegando razones de salubridad e higiene, pero faltan en la mayoría de ellos indicaciones del centro hospitalario más próximo al que acudir en caso de un accidente.

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