El Espanyol se engancha a Tamudo

El Espanyol, de la mano de Tamudo, un chaval de 18 años que jugaba su quinto partido en Primera, narcotizó al Oviedo y se llevó un partido que le hizo ganar cuatro puestos en la tabla. Respiró el Espanyol después de un encuentro que dejó en evidencia la precariedad de sus efectivos y que, de no haber ganado, le hubiera dejado en zona de descenso.Hace poco menos de un año, el Espanyol refrendó con un festival goleador ante el Oviedo (5-0) su clasificación para la UEFA. Ayer ante el mismo rival, ratificó el equipo de Sarrià todos los complejos de inferioridad propios de quienes notan la soga al cuello. Pero logró un gol cuando menos se presagiaba.

Tamudo, absolutamente solo, se hizo por una vez invisible para la línea defensiva del Oviedo y rompió la sequía que asolaba Sarrià. Hacía ya más de dos meses que no se cantaba un gol local en un campo próximo a la jubilación.

El Espanyol se agarró al gol de Tamudo. Valía su peso en oro porque el Espanyol es hoy por hoy un equipo sin pólvora. Asume el cuadro de Flores sus carencias tanto en la zona de construcción como en la de definición. No dispone de la mayoría de sus jugadores estelares en estos quehaceres.

Tamudo quedó muy aislado, pero el delantero canterano se ganó el jubileo con una actuación muy meritoria, indesmayable y certera en los balones por alto. Marcó el gol que descerrajó la defensa del Oviedo, a punto estuvo de repetir con un cabezazo a centro de Bogdanovic, de un balón perdido por Lardín provocó la falta que originó el segundo tanto y refrendó su lección magistral con un intento de vaselina cruzada que sacó Cano con la punta de los dedos. Se marchó a la ducha entre aplausos.

El Oviedo durmió el partido en la primera parte. Lillo prefirió prescindir de Maqueda y dejó solo en punta a Oli. El equipo ovetense se meció en el toque de Berto, Borrelli, Manel y Onopko. Pero de las combinaciones reiteradas no salió un solo remate. Cuando marcó el Espanyol, el Oviedo ya no tuvo respuesta.