La aficionada del Manchester
Raúl posó para EL PAÍS en los jardines del Museo Sorolla de Madrid. Mientras se realizaban las fotos una mujer de avanzada edad con aspecto de extranjera reponía fuerzas en uno de los bancos.El jugador, que busca intimidad en la sesión, se relajó al pensar que la señora no sabía de quién se trataba.Cuando la fotógrafa concluyó su trabajo, la mujer guardó su bocadillo, buscó una cámara y se acercó al jugador. "Se puede hacer una foto conmigo", le dijo. Raúl le preguntó: "¿Pero sabe quién soy?". "Sí, claro, usted es Raúl. Soy hincha del Manchester pero usted es el ídolo de mi hijo y si llego a Inglaterra sin una foto suya, me matará".
Raúl se agarró del brazo de la aficionada del Manchester y posó con ella. Segundos después todos los bedeles del Museo Sorolla habían abandonado sus puestos y hacían cola en busca de una autógrafo de su ídolo.
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