Madrid y Barça se relamen
Sulker y Ronaldo abanderan las goleadas de sus equipos. Primera derrota del Betis fuera de su casa. El Sevilla se hunde estrepitosamente
Una buena goleada como medicina. Nada hay mejor. Andaban Madrid y Barcelona tirándose los trastos a la cabeza, y llorando sus recientes derrotas, cuando Suker y Ronaldo optaron por elegir- la vía del gol para que volviera a hablarse de fútbol. Que ya era hora. Es esta la terapia ideal para los malos tiempos. La memoria se vuelve frágil cuando a una derrota le sucede una catarata de goles. Se olvida aquella y reina la felicidad. Eso ocurrió ayer. Los dos máximos goleadores de la categoría, distanciados definitivamente de sus perseguidores en esa particular clasificación, apelaron al gol para que Madrid y Barcelona enterraran las lágrimas. Un sonoro 6-1 se llevó el Oviedo del Bernabéu, con tres tantos de Suker. Con un 4-1 se conformó el Barça para despacha su duelo con un Zaragoza que no conocía la derrota desde que Luis Costa ocupó su banquillo. Ronaldo también hizo tres.En ambos partidos hubo decisiones arbitrales que, si no fuera por la resonancia de los guarismos, darían que hablar. Esa fue, de nuevo, la tónica de la jornada. Que fue pródiga en cuanto a expulsiones -ocho- y penalties -ocho, dos de ellos fallados. Pero el día admite lecturas sin duda más positivas. Porque se marcaron 37 goles y futbolistas como Rivaldo, Kiko o el clan argentino del Extremadura, en pleno, se empeñaron en que se hablara de algo más que de los árbitros, o de Ronaldo y Suker, o del Madrid y el Barça.
El Betis cayó por primera vez fuera del Villamarín. Y lo hizo frente a un Deportivo enorme, resucitado, que vuelve a presentar sus credenciales y que deja en el ambiente la inevitable sensación de que el problema anterior respondía al nombre de Toshack. También sonrió, y de qué manera, el Extremadura, que ya no es último, ni siquiera penúltimo. Le inflingió una demoledora derrota al Espanyol (3-0). El mismo resultado consiguió un Valladolid que anda flirteando con los puestos de UEFA. El gran drama de la jornada se volvió a vivir en Sevilla. Lo que ya no es noticia. Perdieron estrepitosamente los de Bilardo, 1-4 ante el Logroñés, y el público ya no sabe con quien pagarla. Ayer le tocó a la policía.
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